Ya me voy haciendo un hueco en mi nuevo lugar de trabajo. Empiezo a estar suelto, y eso me gusta. Maestro para acá, maestro para allá, la cancioncita de siempre. Hasta algún insensato le intenta explicar al crío que él no es maestro si no profesor, que es más y mejor. Tarea inútil y dolor de cabeza para ambos. Es mejor relajarse, disfrutar y darte a la gente. ¡Viva el maestrillo con su librillo! que decían los de antes. Bueno, ya me voy y no se cuando volveré pues allí sólo tengo conexión en el curro.
Por cierto, muy bien por la fiesta VV, proximamente pondremos alguna foto no comprometida. ¡Vivan los novios!
cuando se elimina lo imposible, aquello que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad - doyle
viernes, septiembre 29, 2006
lunes, septiembre 04, 2006
sábado, septiembre 02, 2006
Crónica de un concierto anunciado (desde Abril por lo menos)
La odisea comenzó ayer a las 3:30 cuando M me recogió en mi casa para llevarme al aeropuerto. Mi vuelo salía a las 5 aproximadamente, nos dio tiempo de sobra pues M fue puntual. En la fila de embarque, tres madrileños que iban al concierto hablaban sobre los pocos conciertos en Sevilla y la poca cultura rock sevillana. Bastante de acuerdo aunque no del todo. Tras enseñar el DNI y recibir mi tarjeta de embarque, sólo me restaban unos diez minutos antes de subir al avión que empleamos en tomar unas cañas y un aliñito para M que venía sin comer del curro. Charlamos, me dejo un culillo de mi cerveza y salgo raudo y veloz para no perder mi avión, no sin antes darle un beso de despedida a M. Me monto en el avión sin problemas y despegamos con un cierto retraso. Me pasé todo el vuelo leyendo Silencio de Ramsey Campbell. A las 6:30 aproximadamente estaba en Barcelona y tras informarme en un puesto de de información, cogí un autobús hacia Universitat pues mejoraba mis dos combinaciones previamente planeadas para llegar a la línea 2. Llamo, ya en el autobús a J, un amigo que M conoció en un curso, estaban en Sagrada Familia y en breve llegarían. Quedo con ellos para celebrarlo después del concierto debido a nuestra incompatibilidad de entradas, ellos de pista y yo en grada. En aquel momento no tenía yo mucha esperanza o ni siquiera me planteé la posibilidad de acceder a la zona de pista.
Durante el trayecto de autobús, observo como una chica le pregunta al conductor sobre dónde debe bajarse. Su destino era el mio. Se sienta junto a otros dos chicos. Aunque no llevan ningún logo de la banda, su pinta les delata: mermelada de perlas para todos. Justo al llegar a la parada y para asegurarme, les pregunto si se trataba de la parada de Universitat. Responden que sí y me voy con ellos -literalmente, tras reconocernos como seguidores de Pearl Jam- hacia la Línea 2 que nos llevaría hasta Gorg justo al lado del pabellón olímpico donde juega el Juventut de Badalona, recinto del concierto. Durante el trayecto, de casi toda la línea, un minusválido en silla de ruedas me pide ayuda para bajar del metro. Hago lo que puedo, le ayudo y el buen hombre me da las gracias. Aquello me daría buena estrella más tarde. Bajo con los tres chicos compostelanos -desde un pueblo cercano a una ría que no recuerdo, Noia quizás, ¡corregidme!- y comemos unos bocatas en un bar de la zona. Intento pagar mi bocata de jamón y mi cerveza pero uno de ellos insiste en invitarme. Más tarde contratacaría yo con una abultada ronda birrera. Charlando con ellos sentados en una de las mesas del concurrido local, me comentan que ella es novia de uno de ellos y hermana del otro. Tras salir quedan con unos colegas suyos, también gallegos, donde se encontraba el tercer hermano de los ya citados. A pesar de su insistencia para cambiar mi entrada por una sobrante de las suyas y así poder sentarme junto a ellos, me separo de ellos y paso al interior del recinto pues no quería pecar demasiado de pesado o de encalomeitor como decíamos de niños. Además, he quedado con otro grupo de gente de Sevilla, argumenté. Gracias y adios, qué os vaya bonito.
Entro aproximadamente a las 20:35 o por ahí, los Wolfmother empiezan a las 20:45 si son puntuales -lo fueron y Pearl Jam también-. Me asomo a las gradas y veo el espectacular despliegue y montaje. Es grande pero no en exceso, se ve bien desde cualquier zona. En ese momento lo veo claro: debo acceder a pista. Bajo por la correspondiente cola de acceso justo de frente y al llegar abajo un catalán rancio -físicamente parecido al superpijo de Aquí no hay quien viva- tras enseñarle mi entrada y explicarle mi problema me dice: Por favor caballero, debe ocupar su asiento. Todo esto sabiendo yo que allí se estaba colando todo dios. Estaba claro, aunque fuera sólo a modo de reto personal, debía llegar. Doy la vuelta por aquí y por allí y nada. En esto empiezan a tocar los teloneros con un sonido muy bueno. Si no recuerdo mal tocaban el tema Dimension. Voy a una barra en busca de una cerveza y observo que en uno de los laterales hay una rampa de minusválidos -la cosa funciona- por donde baja alguna gente. ¡Va a pista seguro! Me meto por allí sin dudarlo, compro más abajo mi cerveza y al terminar de bajar, ya estoy en pista. Mando inmediatamente un sms con mi posición aproximada a J, sin mucha esperanza de recibir respuesta. A los 5 minutos recibo de vuelta: Estoy n pista tambien al final casi a la dcha d cara al scenario. Me dirijo hacia allá en la oscuridad y con la música sonando pero no los encuentro. Me olvido y disfruto del concierto.
En esas, sale al escenario Eddie Vedder a cantar una canción con Wolfmother lleva dos grandes panderetas consigo y las golpea brutal y acertadamente durante gran parte de su intervención. Eso creo que fue White Unicorn. Se despide y da paso a Mike Mc Cready, guitarra de Pearl Jam, que hace lo propio. En ese momento alguién me da en el hombro. Estoy de suerte es J. Me presenta a oscuras a sus cuatro colegas, todos ellos, como él, de San José de la Rinconada. No hablamos mucho y empezamos a notar el calor. Terminan de tocar, se enciende la luz y en el escenario empiezan a prepararlo todo para el plato fuerte. J y uno de ellos deciden ir avanzando posiciones y yo les sigo, los dos restantes quedan atrás. Estamos bastante cerca, se ve bastante bien. Nos rodean gente de todos sitios de España y del extranjero: banderas irlandesas, argentinas, mejicanas, inglesas, italianas y francesas. Estamos con una separación suficiente pero antes de empezar ya estamos empapados en sudor. Suena el mítico intro de Vs y la multitud vitorea pues la máquina está a punto de arrancar. Sale poco a poco toda la banda sin el cantante bajo una tenue iluminación azulada. Los acordes lo dejan claro desde el principio, este concierto será inolvidable: Inside Job. Un tema para ir creciendo desde la calma. Tocaron un total de 25 temas, muchos de ellos inesperados -Pearl Jam no repitan set list y a lo largo de una gira pueden llegar a tocar todo su repertorio- con un sonido de legendaria banda de rock. Ya quisieran los Rolling... Ahora a esperar a que este en la red el concierto integro en grabación oficial -¡graban y ponen en venta todos los conciertos desde el 2000!- Una gran actuación que siempre podré escuchar. Según estúpida fregona:
Exhaustos y empapados en sudor, salimos a la calle donde el fresquito nos viene de perlas para descansar mientras esperamos a los otros. Tardaron mucho ya que estaban comprando camisetas dentro. Yo no compré ninguna, eran caras. Me gustó mucho un poster de un pez martillo que vi por ahí. Compré una botella grande de agua en el mismo bar del comienzo, salimos de Badalona en dirección Universitat y luego para Las Ramblas - y yo casualmente con mi camiseta de Ex-mundus- donde nos encontramos con otro amigo de J, residente en Barcelona. Comemos algo en un kebab y tras sacar cada uno de nosotros algo de pelas -yo en cualquier servired- me llevan al Fantástico, un local muy parecido al Matahacas de Sevilla. Hojeo el nuevo Mondosonoro, me tomo una Heineken y charlo con ellos. La música es buena: Muse, Franz Ferdinanz, pop español, etc... Salimos de allí y tiramos para la sala Razzmatazz.
Antes de entrar fumamos algo de aquí y algo de allí. Nos cobran 15 € de entrada+consumición que luego, tras ver el sitio, me parecería un precio correcto: varias plantas, muchas salas, djs pinchando, actuaciones en directo, zonas más tranquilas,... Para mi la mejor, era la sala principal con 3 pantallas gigantes donde emitían imágenes en una línea retro, friki y ochentona. Sería algo así como un Fun Club multiplicado por cien pero con una musica más cerca de discoteca aunque sin echar de menos algún tema rock y/o curioso -pusieron World Wide Suicide y alguna que otra de Pearl Jam-. Tras cerrar (6 de la mañana) nos sentamos en un bordillo dónde se concentra mucha gente con botellonas y música - algunos bailaban con Abuelito dime tú-, observando como evolucionaban algunas peleas absurdas de borrachos. Llega la hora de volver. Por el camino, estos bromean por la calle y luego también en el metro. Cansados llegamos a un piso de estudiante muy antigüo donde dormiría en un pequeño sofá unas tres horas hasta las diez y media, pues tenía el vuelo a las 14:45 tenía mi vuelo que me llevaría de vuelta a casa y no quería prisas.
Durante el trayecto de autobús, observo como una chica le pregunta al conductor sobre dónde debe bajarse. Su destino era el mio. Se sienta junto a otros dos chicos. Aunque no llevan ningún logo de la banda, su pinta les delata: mermelada de perlas para todos. Justo al llegar a la parada y para asegurarme, les pregunto si se trataba de la parada de Universitat. Responden que sí y me voy con ellos -literalmente, tras reconocernos como seguidores de Pearl Jam- hacia la Línea 2 que nos llevaría hasta Gorg justo al lado del pabellón olímpico donde juega el Juventut de Badalona, recinto del concierto. Durante el trayecto, de casi toda la línea, un minusválido en silla de ruedas me pide ayuda para bajar del metro. Hago lo que puedo, le ayudo y el buen hombre me da las gracias. Aquello me daría buena estrella más tarde. Bajo con los tres chicos compostelanos -desde un pueblo cercano a una ría que no recuerdo, Noia quizás, ¡corregidme!- y comemos unos bocatas en un bar de la zona. Intento pagar mi bocata de jamón y mi cerveza pero uno de ellos insiste en invitarme. Más tarde contratacaría yo con una abultada ronda birrera. Charlando con ellos sentados en una de las mesas del concurrido local, me comentan que ella es novia de uno de ellos y hermana del otro. Tras salir quedan con unos colegas suyos, también gallegos, donde se encontraba el tercer hermano de los ya citados. A pesar de su insistencia para cambiar mi entrada por una sobrante de las suyas y así poder sentarme junto a ellos, me separo de ellos y paso al interior del recinto pues no quería pecar demasiado de pesado o de encalomeitor como decíamos de niños. Además, he quedado con otro grupo de gente de Sevilla, argumenté. Gracias y adios, qué os vaya bonito.
Entro aproximadamente a las 20:35 o por ahí, los Wolfmother empiezan a las 20:45 si son puntuales -lo fueron y Pearl Jam también-. Me asomo a las gradas y veo el espectacular despliegue y montaje. Es grande pero no en exceso, se ve bien desde cualquier zona. En ese momento lo veo claro: debo acceder a pista. Bajo por la correspondiente cola de acceso justo de frente y al llegar abajo un catalán rancio -físicamente parecido al superpijo de Aquí no hay quien viva- tras enseñarle mi entrada y explicarle mi problema me dice: Por favor caballero, debe ocupar su asiento. Todo esto sabiendo yo que allí se estaba colando todo dios. Estaba claro, aunque fuera sólo a modo de reto personal, debía llegar. Doy la vuelta por aquí y por allí y nada. En esto empiezan a tocar los teloneros con un sonido muy bueno. Si no recuerdo mal tocaban el tema Dimension. Voy a una barra en busca de una cerveza y observo que en uno de los laterales hay una rampa de minusválidos -la cosa funciona- por donde baja alguna gente. ¡Va a pista seguro! Me meto por allí sin dudarlo, compro más abajo mi cerveza y al terminar de bajar, ya estoy en pista. Mando inmediatamente un sms con mi posición aproximada a J, sin mucha esperanza de recibir respuesta. A los 5 minutos recibo de vuelta: Estoy n pista tambien al final casi a la dcha d cara al scenario. Me dirijo hacia allá en la oscuridad y con la música sonando pero no los encuentro. Me olvido y disfruto del concierto.
En esas, sale al escenario Eddie Vedder a cantar una canción con Wolfmother lleva dos grandes panderetas consigo y las golpea brutal y acertadamente durante gran parte de su intervención. Eso creo que fue White Unicorn. Se despide y da paso a Mike Mc Cready, guitarra de Pearl Jam, que hace lo propio. En ese momento alguién me da en el hombro. Estoy de suerte es J. Me presenta a oscuras a sus cuatro colegas, todos ellos, como él, de San José de la Rinconada. No hablamos mucho y empezamos a notar el calor. Terminan de tocar, se enciende la luz y en el escenario empiezan a prepararlo todo para el plato fuerte. J y uno de ellos deciden ir avanzando posiciones y yo les sigo, los dos restantes quedan atrás. Estamos bastante cerca, se ve bastante bien. Nos rodean gente de todos sitios de España y del extranjero: banderas irlandesas, argentinas, mejicanas, inglesas, italianas y francesas. Estamos con una separación suficiente pero antes de empezar ya estamos empapados en sudor. Suena el mítico intro de Vs y la multitud vitorea pues la máquina está a punto de arrancar. Sale poco a poco toda la banda sin el cantante bajo una tenue iluminación azulada. Los acordes lo dejan claro desde el principio, este concierto será inolvidable: Inside Job. Un tema para ir creciendo desde la calma. Tocaron un total de 25 temas, muchos de ellos inesperados -Pearl Jam no repitan set list y a lo largo de una gira pueden llegar a tocar todo su repertorio- con un sonido de legendaria banda de rock. Ya quisieran los Rolling... Ahora a esperar a que este en la red el concierto integro en grabación oficial -¡graban y ponen en venta todos los conciertos desde el 2000!- Una gran actuación que siempre podré escuchar. Según estúpida fregona:
Exhaustos y empapados en sudor, salimos a la calle donde el fresquito nos viene de perlas para descansar mientras esperamos a los otros. Tardaron mucho ya que estaban comprando camisetas dentro. Yo no compré ninguna, eran caras. Me gustó mucho un poster de un pez martillo que vi por ahí. Compré una botella grande de agua en el mismo bar del comienzo, salimos de Badalona en dirección Universitat y luego para Las Ramblas - y yo casualmente con mi camiseta de Ex-mundus- donde nos encontramos con otro amigo de J, residente en Barcelona. Comemos algo en un kebab y tras sacar cada uno de nosotros algo de pelas -yo en cualquier servired- me llevan al Fantástico, un local muy parecido al Matahacas de Sevilla. Hojeo el nuevo Mondosonoro, me tomo una Heineken y charlo con ellos. La música es buena: Muse, Franz Ferdinanz, pop español, etc... Salimos de allí y tiramos para la sala Razzmatazz.
Antes de entrar fumamos algo de aquí y algo de allí. Nos cobran 15 € de entrada+consumición que luego, tras ver el sitio, me parecería un precio correcto: varias plantas, muchas salas, djs pinchando, actuaciones en directo, zonas más tranquilas,... Para mi la mejor, era la sala principal con 3 pantallas gigantes donde emitían imágenes en una línea retro, friki y ochentona. Sería algo así como un Fun Club multiplicado por cien pero con una musica más cerca de discoteca aunque sin echar de menos algún tema rock y/o curioso -pusieron World Wide Suicide y alguna que otra de Pearl Jam-. Tras cerrar (6 de la mañana) nos sentamos en un bordillo dónde se concentra mucha gente con botellonas y música - algunos bailaban con Abuelito dime tú-, observando como evolucionaban algunas peleas absurdas de borrachos. Llega la hora de volver. Por el camino, estos bromean por la calle y luego también en el metro. Cansados llegamos a un piso de estudiante muy antigüo donde dormiría en un pequeño sofá unas tres horas hasta las diez y media, pues tenía el vuelo a las 14:45 tenía mi vuelo que me llevaría de vuelta a casa y no quería prisas.
Publicado por
Espíritu
a las
21:28
Tu la llevas...
Siguiéndole el rollo a esemario -no siempre recomendable-, propongo, al que lo lea, una chorradilla como sigue:
Las reglas del juego:
1. El primer blogger que lea este post tiene que dejarme un comentario, (enlazando a su blog)
2. Además tiene que poner un post en su blog de "Tú la llevas" y pasarle la bola a otro blogger...
Las reglas del juego:
1. El primer blogger que lea este post tiene que dejarme un comentario, (enlazando a su blog)
2. Además tiene que poner un post en su blog de "Tú la llevas" y pasarle la bola a otro blogger...
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Espíritu
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21:23
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