Seré breve, telegráfico. Conciertazo de
Letz Zep ayer en la
Sala Q. Segundo concierto en dos días (el
Miércoles fuí al de
Joan as Police Woman, esa vez acompañado
). Parecían los auténticos
Led Zeppelin, tienen mucha calidad. Tocaron 3 horas y aquello acabó a las 2 de la mañana. Entrega y compadreo que a veces caracteriza al rock. Estuvo muy animado con toda la peña bailando y cantando. He dormido 4 horas y media porque, claro está, hoy curraba. Estoy algo cansado y ronco pero luzco una espléndida sonrisa.
Fuí solo porque se cayeron todos mis posibles acompañantes. Esto me sirvió para recordar la magia de acudir solo a este tipo de eventos (la semana que viene a
Cádiz a ver a
Second). La maquinaria se puso en marcha. Me encontré con un compañero de instituto que tocaba en los teloneros versionando a
The Cult (una de mis bandas de rock favoritas), con una chica conocida del barrio que está bien buena y hasta con una pareja muy agradable que se casan muy muy pronto (lo sé por algunos mamarrachos y por algunas
indipoperas) con los que permanecí todo el concierto. Lo pasé de muerte. ¡A muerte folclórica!
Este puente del
Pilar a otra cosa mariposa. Marchamos a
Lagos. Nada bueno nos espera, todo pecaminoso. Me compraré una escalera hacia el cielo por si acaso.