Fiel a mis principios acerca de este cuaderno virtual, dejé progresivamente de escribir porque sencillamente se me fueron las ganas. Hoy han vuelto esas ganas, así de simple. El espíritu ha vuelto. No ha sido quemado aún por las malas artes.
Una idea ha venido esta mañana a mi cabeza. Debo tener cuidado. No escandalices a esos hombres y mujeres del futuro, me digo. Saltarán hambrientos de aquello que sea que les haga tener hambre. No hables de cielos, de infiernos, de almas, de corazones, de chakras, de burbujas... Di solo que te encanta tu capacidad de autosugestión hacia el amor porque así de repente este aparece, allí donde ya estaba. De esta forma, existe. Claro, es lógico.
Bueno, sólo era eso y ya salió fuera. Aunque mis palabras les parezcan simples, tengan cuidado, hay un poco de ironía en todo esto, ya lo buscan ustedes...
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