jueves, septiembre 22, 2011

Espíritu de estos días

Fotograma de la película Amelie (2001)

Estoy en un momento especial de mi vida. Lo noto. Ahora me preguntas y no se decirte. Ahora me propones algo y me uno a ti. Prefiero sentir a pensar. Es fácil, a ratos me dejo llevar un poco, a ratos tomo un poco el timón. Mi equilibrio siempre fue dinámico, oscilante.

Ahora me enamoro de hombres y mujeres, de reyes y de reinas a mis ojos. Me enamoro del silencio, de ese papel a punto de arder. Y arden las letras porque me importan una mierda, sólo veo besos, caricias y sonrisas como soles. Amigo, amiga, eres un sol y te comería como a una manzana.

Ahora ya pasó todo. El dolor es ilusorio y yo me anestesié con sueños. Ahora los detalles mínimos se iluminan en mis paseos por la calle. Ocurre todo de nuevo. Es una enfermedad, usted tiene el síndrome Amelie, me dijo el doctor. ¡Vaya, por díos!, dije yo para mis adentros (Esta expresión es de abuela, me gusta). No volveré jamás a esa consulta, claro. Tengo esa agradable sensación de las primeras veces. Siendo así, nada espero pues todo lo tengo. No estoy perdido pues siento muy claro que algo viene hacia mi. ¡Es un rinoceronte amarillo fluorescente!

Ahora creo en el amor con más fuerza que nunca, ¿cómo no? Aún me late en el centro del pecho. Me gustan las historias románticas de verdad. De esas que nos llenan el corazón. Creo en amores bellos. Pero no creo en amores únicos. ¡Existen tantas almas gemelas como estrellas en el cielo! Llegan, se quedan, se van y finalmente forman parte de ti para siempre. El amor es eterno mientras dura. Recordaré, tal vez, para llenarme un poquito de nostálgica ternura. Tal vez llueva ese día, tal vez mire a las estrellas o tal vez una mirada me recuerde algo. Luego, tal vez, sonría ligeramente mientras un poco de electricidad hace de las suyas en mi estómago. No es sólo el sentimiento, creo que es cosa de este vino tan rico.

Ahora llevo dentro las aguas mansas recorriendo mi autopista hacia el cielo. Será porque aquello tan malo, el tiempo lo convierte en experiencias. Será porque esa falsa ilusión de vacío se fue. Será porque sigo creyendo. Será porque sigue funcionando. Será porque si crees en algo se hace realidad. Será porque yo creo en creer. Será porque aquello que será, ahora es.

Ahora despegamos. Vivimos en los días que nos tocan. Nuestro mundo es a través de los días. Te levantas temprano, tomas tu café en la mañana, vas a trabajar con sueño, sonríes a la gente... Cada nube es bella y nos abre una ventana al sol. El arco-iris está detrás de cada pequeño brillo en el camino, detrás de cada bostezo. Sin estos días no tenemos nada. Si estás listo para el primer eslabón, la cadena vendrá detras sola poco a poco. Si quieres empezamos, espíritu, unidos tú y yo. ¡Síganme los buenos! Despegamos los pies del suelo. ¡Preparados, listos, ya!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

y una vez más, a quién pretendes engañar?, mariquita?

V dijo...

Mariquita?...aun se usa esa palabra?..pero si ahora hay términos mucho más amplios y actuales...como pansexual que creo que viene más al caso...

Anónimo dijo...

entonces sería más acertado usar el término genderqueer