No queremos sufrir, decimos, pero el sufrimiento es idolatrado en nuestra sociedad como si de un mérito o un valor en si mismo se tratara. Una dieta es buena si requiere sacrificio y nos hace pasar mucha hambre; ya saben, debes ganarte el pan con el sudor de tu frente. O aquella cita tan fea: La letra con sangre entra. Por su parte, el amor romántico ve bello sacrificarse o incluso morir por el ser amado, ¿se acuerdan del lamentable final de Titanic? Parecen que nos vendieran un miedo a la felicidad, al amor compartido. ¡Es mejor vivir por -para, con o la preposición que quieran- el ser amado, no morir por él!
Esas ideas tristes no tienen valor real, son sólo pura ficción. No sé cuales son sus raíces profundas, si son judeocristianas, másonicas, supersónicas o bien sombras chinescas. Lo que si sé es que se trata de un juego vacío, una forma de esclavitud. Es una vía para alimentar y ser devorado por el sufrimiento. Hoy, al volver del trabajo, oí a una persona víctima en este sentido, aquejada de mil pequeños males y enfermedades. ¡Parecía desearlas como si de medallitas se tratará! Eso me hizo reflexionar.
Es posible que algunos busquen llamar la atención de los demás con una excesiva exposición de sus males (achaques decían los abuelos). En el fondo es búsqueda de afecto y no está mal si uno es consciente. Todo el mundo necesita amor. Necesitamos darlo y recibirlo, que desde mi punto de vista es prácticamente lo mismo. Ofrece una cara amable, ofrece ese amor y ya lo tendrás. Como mímino tendrás el tuyo y seguro que alguno más se apunta a la fiesta. Porque las personas positivas irradian una luz que todos quieren para si. Me gusta la gente así. Sí, claro, la gente como tú, canalla.
Quedémonos a vivir en la felicidad. No es un objetivo si no un principio y un fin. Digo más, es un camino. No veas problemas si no soluciones. Respira un segundo y míralo con calma. Está en tu mano verlo todo de otro modo. Elijo lo que me hace bien, me pongo manos a la obra y, consciente de ello, esa opción me llena de satisfacción por el trabajo realizado. No siempre es fácil pero siempre es una satisfacción intentarlo. Yo ahora vivo ahí de manera permanente.
Las personas amantes del sufrimiento y de la enfermedad tienden a somatizar pequeños males que aparecen de repente. A veces no hay explicación. Tal vez te sorprendas pero tu cuerpo también es capaz de somatizar la felicidad. Esa es la idea. Generar un sentimiento que te impulse a darte más de lo bueno y menos de lo malo. Querernos mucho. Tu cuerpo lo traduce y te da una respuesta. Tu bienestar o no, cómo te sientes con respecto a algo es la única evaluación posible. El proceso es inmediato si te haces consciente de ello. La puerta que estaba cerraba, ahora estará abierta pero antes debes encontrar tu propia llave, allá dónde sabes que se esconde. Ese es tu trabajo personal pero te daré una pequeña ayuda, utiliza tus ojos de ver:
Sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible a los ojos.
8 comentarios:
como veas sólo con el corazón te la pegarás. hay que tener bien abierto los ojos si no quieres tropezar con lo que no ves por tenerlos cerrados. y cuando tropieces por no ver con los ojos será el corazón el que reciba el golpe más fuerte. y lo no esencial pasará a ser esencial. se trata de saber qué ver en cada momento y si hay que usar los ojos o el corazón o ambos o una linterna. y así podrás ser feliz, porque verás todo lo que te rodea.
VER y ver no son conceptos excluyentes, uno incluye al otro. Al cruzar la calle miro bien, si no me mato. Es algo básico. Si no comes también te mueres. Eso ya lo dijo Maslow primero lo primero pero despues hay que subir peldaños.
Para subir peldaños hay que tener los ojos bien abiertos.
Totalmente de acuerdo pero no te agobies, ¿eh?
no me agobiaré. iré con los ojos bien abiertos. gracias por preocuparte.
Muy buena tu reflexión. Totalmente de acuerdo, está mal visto ser positivo, se compara con superficial, pero ellos se lo pierden.
No quiero extenderme.
Es evidente "lo esencial se ve con el corazón, no con los ojos"... Anónimo sólo se llega a ver con el corazón cuando has aprendido a ver primero con los ojos... no me seas torpe...(me decepciona tu simplicidad).
Querido Espíritu... no te digo na porque creo que no tenemos más que decirnos... lo sabemos verdad?.
Y por último, justo antes de que nacieran mis 3 hijos compre unas libretas/diarios para que cualquiera escriba lo que le apetezca y mis niños tengan idea de como eran de chicos. Lo primero que les he escrito ha sido esa frase de Antoine de Saint-Exupery, por algo será...
Y ya no soy miope...
¡¡SÍ A TODO!! Muchas gracias, chicas (siempre he querido decir eso). Vosotras sí que sabéis de amor y de felicidad... Mil besos.
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