lunes, febrero 06, 2012

Ciencia más fe

¿Qué ocurriría si se demostrará científicamente la existencia de algo que entrara dentro de alguna de las diversas acepciones del concepto que denominamos dios? ¿Lo llamaríamos de otro modo para tecnificarlo y racionalizarlo? Quizás sí pues ya sería oficial. Quizás podríamos denominarlo diseño inteligente, quizás energía original (o universal), big bang o yo que sé o que sé yo. ¿Diría el científico que los creyentes estaban equivocados porque dios no existía? ¿Diría el creyente que se equivocaban los científicos al negar algo que terminó por ser cierto y explicable? ¿Querrán los dos enfrentarse o querrán los dos ir de la mano? ¿Es posible que la fe ayude a algunos científicos a hacer mejor su trabajo? ¿Ayuda la ciencia a las personas creyentes? Me parecen muy interesantes las respuestas que nos ofrece la ciencia pero más aún las preguntas que sea capaz de plantear. Desde la seguridad de su sofá, la mente humana debe aventurarse hacia tierras salvajes. Ya lo dijo Einstein, uno de los más ilustres ciéntificos de todos los tiempos, en una cita magnífica:

La imaginación es más importante que el conocimiento. El conocimiento está limitado. La imaginación abarca el universo entero.

¡Qué bonito motor a propulsión!

9 comentarios:

El Mario dijo...

Uf, muchos conceptos y muy embarullados.

Voy a intentar desmenuzar todo esto en trocitos.

1. El concepto de Dios no abarca hoy todo lo que abarcaba hace milenios.

Podría decirse que, al plantear la ciencia posibles explicaciones a distintos fenómenos, Dios "pierde" atribuciones. Piensa, por ejemplo, en la meteorología o la geología (los dioses ya no despiertan volcanes o lanzan tormentas contra nosotros), o en la evolución (¿Dios creó todas esas especies como le dio la gana?)

2. ¿Quién diría que estaba equivocado? Para esto hay que pensar qué es Ciencia y qué es Fe.

La Ciencia es un corpus de conocimiento que no es arbitrario. Se basa en el método científico, que reposa sobre la observación empírica y el principio de falsación. Esto es: La Ciencia sólo trata de cosas que se pueden observar, y proporciona hipótesis que se descartan en cuanto se verifica que no explican correctamente los fenómenos observados.

La Fe, en el otro extremo, es un corpus de conocimiento que es más o menos arbitrario, se basa en la creencia de afirmaciones no verificadas (¡y no verificables!) y que, precisamente por ello, suele ser inmutable y no sujeto a crítica. (De hecho, para los creyentes, el ser no creyente, ateo, escéptico, etc., se ve en general como "algo malo")

Entonces, dicho esto, "el Creyente" seguiría creyendo en su Dios personal y asumiría que todo lo que se ha descubierto es así porque "Dios lo ha querido así". O si, como ha ocurrido multitud de veces, el nuevo descubrimiento entrase en colisión con los dictados de la Fe, silenciaría, intentaría contaminar con ruido o, en última instancia, buscaría la forma de hacer algún juego de malabares para poder incorporar la nueva información a su sistema de creencias.

Al "Científico", sinceramente, todo esto se la pelaría. Porque lo que ha descubierto es simplemente una posible explicación a un fenómeno observado. Y no se apegaría demasiado a ese resultado, porque un día puede suceder que en un acelerador de partículas haya partículas que lleguen antes de lo esperado de forma consistente, o que se descubra un nuevo especimen que desafíe la Biología y la Genética conocidas. Y si eso sucede alguna vez, pues sabría que ese resultado no siempre es válido y buscaría una posible explicación.

Fíjate que tanto uno como otro incorporarían el nuevo descubrimiento a sus corpus de conocimiento. Pero el "Creyente" tiene una implicación personal en sus creencias, con lo cual intentaría que lo nuevo se acoplase a lo que él cree. El "Científico" no tiene esa implicación personal, así que le da lo mismo y rompería su conocimiento establecido para reformarlo y adaptarlo a lo observado.

Lo que me lleva a...

3. ¿Ir de la mano, creencia y ciencia? ¿Interesantes, las respuestas de la Ciencia?

Aquí ya te lías. "¿Querrán los dos enfrentarse o querrán los dos ir de la mano?". Mal planteado.

El científico quiere que no le digan cómo pensar. Y el creyente quiere decirle al científico cómo tiene que pensar.

El científico no se enfrenta por los resultados, porque los resultados concretos le dan igual. El creyente no quiere que le digan cuándo su creencia contradice las observaciones empíricas, porque eso pone en peligro su fe.

¿Quiere decir esto que no hay científicos creyentes? No, por supuesto que los hay, pero saben que creencia y ciencia son como agua y aceite, son cuerpos de conocimiento mutuamente excluyentes. Sin embargo, es cierto que creencia y ciencia en general "casan mal".

Y por supuesto, discrepo en la premisa del final. ¿La ciencia necesita la imaginación del creyente? ¿En serio? Yo diría que no hace falta ser creyente para tener una imaginación desbordante... :)

Ricardo dijo...

Eso es, caña brava!!

El Mario dijo...

Entiéndase que cuando hablo de "El Creyente" o "El Científico" hablo de posiciones genéricas, y un tanto extremas. Por supuesto hay millones de personas que son científicos en lo tocante a la ciencia, y creyentes en lo que sale de esta, y que las compaginan mejor o peor.

De ninguna forma estaba intentando construir un "hombre de paja" :)

Espíritu dijo...

Guau, amigo, qué respuesta más detallada. Un placer leerte de nuevo por aquí. Sólo dios pudo levantarte del asiento jajaja (broma inevitable). No creo que esté a la altura. Haré lo que pueda.

Mi reflexión puede pecar de simplista en ese blanco contra negro que tan poco me gusta y tan presente en mi querida lógica preposicional porque en cierta forma ironiza sobre una realidad que observo y que es así. También es cierto que mi punto de vista es muy personal. Con mis preguntas lo que hacía es lanzar puntos de vista al aire, abrir debate, abrir la herida. Es como una lluvia de ideas en voz alta sin mojarme demasiado aunque no lo parezca. El debate estaba servido.

Estoy de acuerdo con 1 pero en tus reflexiones se entreve una idea de un dios creador, exterior al ser humano (al menos en cierto modo), ese concepto judeocristiano de dios (situado con barbas en cielos "pseudofísicos) que me parece pequeño y que no comparto (aunque sí muchos religiosos, lo admito). Creo que palabras como dios, amor,... exceden a cualquier límite que queramos darle. Tienen significados que dependen de una visión personal de cada individuo. Si uno busca las diferentes acepciones de dichas palabras en la RAE, entonces uno dice: "Vaya, cada vez lo tengo menos claro". Un extraterrestre ajeno a todo lo humano que encuestara a diferentes personas sobre esos conceptos lo llevaría bastante crudo para llevarse una idea. Pues el dios de muchos no existe más que en su cabeza. ¿Cuál es el problema? Dios tal vez no exista, ¿y qué? Para mi lo realmente interesante es la mente humana. ¿Puede intuir un ateo (o incluso experimentar)lo que es el sentimiento religioso o de fe? Por supuesto que sí. Creo que está en todos los humanos. Otra cosa es que nuestro sistema de ideas le dé significado o no. La idea de dios me parece un tema muy interesante. Es algo abierto para mi. La fe mueve montañas, dicen... (algunos le llaman fuerza de voluntad).

En cuanto a 2 y 3, estoy de acuerdo por supuesto en lo que se refiere a la forma de proceder de un científico, es evidente, lo soy. No estoy de acuerdo con la visión religiosa/espiritual que tienes aunque sea la más frecuente. Creo que se basa en arquetipos religiosos manidos. ¡Eso es lo que no me gusta! ¿Casan mal ciencia y espiritualidad? ¡Es evidente al menos estadísticamente ja, ja, ja! Pero no me gusta. Quizás precisamente por ser agua y aceite, podrían convivir sin problema en una misma persona. Exploremos esas distintas facetas de nuestro ser, me parece interesante. A mi por un lado los modelos religiosos antigüos no me gustan ni un pelo. Y también creo, por otro, que la mente científica debe estar abierta, sobre todo al movernos en terrenos no transitados. Y que conste que estos dos últimas reflexiones no son dos pensamientos en oposición, excluyentes o relacionados. No tiene porque.

Por supuesto, la imaginación es un valor en si mismo. Esa es una de las cosas que también quería decir en el post. Es independiente de donde venga. Si dos personas sienten, viven y experimentan la vida del mismo modo, ¿qué más da que uno use palabras como dios, fe,... o periquillo de los palotes? Y ocurre a veces que esa imaginación científica es estimulada o inspirada por diversas vías, a veces esa vía es la fe, es la espiritualidad (en otros muchísimos casos no lo es). ¿La rechazaremos por ello? Creo que no. Yo no hablo de imaginación creyente hablo de imaginación. Por su parte creo que la mente tiene muchos niveles y tal vez en algunos de ellos, tanto el científico como el creyente puedan decirse a si mismos como pensar.

Quizás todo se mezcla porque para mi todo lo está. Yo, a mi manera, me considero un científico creyente o espiritual (son etiquetas absurdas por supuesto) de esos que tú decías. Besos y gracias por avivar la llama...

Ratubeji dijo...

Tras leerlo todo no he podido evitar acordarme de la pregunta: "¿Que pasaría si una fuerza irresistible empujara a un objeto inamovible?"

Es una pregunta de un libro que probablemente conozcáis y hayáis leído, "100 preguntas básicas sobre la ciencia" de Isaac Asimov, quien sin duda conoceréis (como autor al menos)

Para el que no conozca la respuesta, es tan simple como que la fuerza irresistible no puede existir en el mismo universo que exista un cuerpo inamovible (por definición)

Saludos y me encantan estos debates. Y puede que mi reflexión no este relacionada del todo, pero no me da la gana de explicar por que hago esto.

PD: Doc. Richard tu intervención es la mejor de todas, y probablemente la más científica, lo siento por los otros participantes, pero es el mejor candidato a ser Community Manager y esto no es mi opinión: Es categórico (palabra de Dios). Y puedo demostrarlo científicamente, pero tampoco me da la gana de hacerlo.

El Mario dijo...

Respondo por partes:

1. No quería plantear la idea de un dios en el sentido judeocristiano. Por eso citaba las tormentas, el día y la noche, o la creación del Universo. Cada grupo humano tiene su visión cosmogónica, y por supuesto, sus deidades más o menos antropomórficas.

Al final, de lo que estamos hablando, y lo que yo había entendido desde un principio, es de la contraposición entre Ciencia, entendida como el saber de lo observable y medible; y Creencia, entendida como el saber de lo no observable e imposible de medir. Y, por supuesto, de cómo podrían compatibilizarse, ayudarse o estorbarse mutuamente.

2. La mente humana está "preparada" para ser religiosa, y para tener creencias. ¿Por qué? Pues porque la mente humana no es capaz de determinar relaciones de causalidad, sino más bien de inferirlas. Esto es, intuirlas. Y la mente humana es especialmente buena haciendo esto.

¿Puede un ateo, o un escéptico experimentar sentimientos "religiosos", esto es, más o menos irracionales? ¡Pues claro! ¡Porque es la tendencia natural humana! ¿Los ateos tienen problemas sentimentales? ¿Los escépticos no aman? No olvidemos qué somos. El pensamiento racional no es algo innato en nosotros, los humanos. La intuición de causalidad sí lo es, y la experiencia también, y la capacidad de abstracción, pero el pensamiento racional que nos puede llevar a entender por qué A provoca B es una disciplina difícil.

1 + 2. Insisto en lo que decía al principio. Mezclar Ciencia y Creencia es mezclar churras con merinas. No tiene nada que ver una cosa con la otra. Son cuerpos de conocimiento que no se solapan. Y respecto a la pregunta de si pueden convivir en una persona, mi respuesta es tajante: "Sí, siempre y cuando estén en compartimentos distintos y no se mezclen". Y esto que digo lo mantengo para Cristianos, Budistas, Animistas y seguidores de la Fuerza.

Me explico: Si una persona tiene una faceta científica; si estudia, investiga, aplica esa ciencia; en ese momento y en ese ámbito del conocimiento debería ser "científico". Quiere decir esto que debería ceñirse a datos, experimentos, evidencias, razonamientos válidos. Quiere decir que la información con la que trabaje debería ser reproducible, constrastable y falsable por cualquier colega con los conocimientos adecuados. Y ya.

Si luego esa persona tiene (que tendrá) una faceta "espiritual" (y es algo que todas las personas tienen, piensa que todos tenemos consideraciones éticas que nos llevan a etiquetar las cosas como "buenas" o "malas" en mayor o menor medida), podrá guiarse más o menos por ella, pero no debería utilizarla para falsear, negar o contravenir los resultados obtenidos científicamente. Fíjate que incluyo "moral". Me parece tan reprobable el que una persona falsee resultados científicos para obtener renombre o dinero, como que lo haga por adecuar los resultados a sus creencias personales.

Insistiré en mi punto. Los científicos, incluso los más escépticos, ateos, incrédulos, críticos, etc., como humanos que son, están dotados de imaginación, de sueños y de emociones y como tales están capacitados para crear, innovar y guiar sus investigaciones por nuevos caminos. El que un científico sea creyente en la cuestión de fe X es irrelevante, ya que su creencia no debería afectar a su proceder científico salvo como inspiración o guía moral.

En tu argumentación hay un punto de que los científicos tienen la mente "cerrada", y que sería bonito que se "abrieran" un poco a la fe, porque eso les abriría nuevos caminos que investigar; caminos que no han explorado precisamente por su obcecación matemática.

Mi punto es que los científicos, sin necesidad (pero sin perjuicio) de la fe, ya son capaces de imaginar, postular e inventar cosas que la mayoría de la gente no puede, simplemente porque conocen su campo mejor que otra gente.

El Mario dijo...

No es necesario tener fe para ser una persona completa, brillante, imaginativa, sentimental y feliz. (Y tampoco tiene por qué ser un impedimento tenerla). Un ateo, un escéptico, no es más que alguien que decide acometer la ardua tarea de intentar pensar de forma crítica siempre, en todos los ámbitos de la vida (y si algo escapa a lo que se conoce, simplemente admite su ignorancia). Un creyente es alguien que, en determinados ámbitos, prefiere suspender ese pensamiento crítico y aceptar como verdades cosas que contradicen la evidencia o la lógica.

A un ateo, a un escéptico, no le interesa si Dios existe o no. No puede saberlo. Simplemente no le hace falta. Y esto no le hace menos humano, menos sensible.

A título personal, yo he ido derivando cada vez más hacia un ateísmo más claro, por diversos motivos. A mí no me molesta que haya gente que necesite creer. Sin embargo, sí que creo que a veces se emplean estas creencias para imponer criterios en la sociedad, para justificar decisiones morales que creo dañinas o para tener controlada a la gente. No me molesta Dios ni la religión ni las creencias. Me molesta que, porque Dios lo manda, los gays sean considerados malvados o pervertidos. Me molesta que, porque la religión lo dice, se niegue o se dispute la enseñanza de la evolución en las escuelas. Me molesta que la gente crea sin datos (porque el "lo dijeron por la tele" o "lo dice mi vecina" también es "creencia") que los inmigrantes sólo chupan del bote de la Seguridad Social, y de este modo acepten políticas excluyentes y xenófobas.

Habrá quien piense que los ateos somos tristes, porque no tenemos fe en que esto no es todo lo que hay; porque nuestro Universo se limita a la realidad que podemos observar, y porque estos pocos años son nuestra única oportunidad de hacer cosas. Como decía House, realmente eso es lo reconfortante, y eso es lo que le da sentido a la vida: que es todo lo que tenemos. Y por eso mismo hay que darle significado, viviéndola con alegría.

Y no, no necesito creer. Cuando quiero pensar fuera de la lógica, lo llamo "fantasía".

Ahora, que cada uno crea lo que quiera. En lo que a mí respecta, me parece fenomenal.

Espíritu dijo...

Me tomaré mi tiempo, pensaba responder con un "puff demasiado para mi" o con "paso" pero por "dios" merece la pena el debate jajaja. Por ese concepto estamos de algún modo charlando aquí, ¿no?

Por ahora diré a Ángel como anticipo que, curiosamente, vivimos en un universo donde no hay fuerzas irresistibles ni cuerpos inamovibles por lo que todos los tipos de fuerzas finitas que queramos considerar y todos los cuerpos conviven simúltaneamente en nuestro universo y eso es posible. No hay contradicción. Esto no sé si alguien lo ha demostrado científicamente pero tampoco creo que haga falta. Todo lo que está en nuestra realidad es. ¿Se puede mezclar ciencia y creencia? Sí, eso existe y es así para algunas personas. Mario expone muy algunas de las condiciones que deben darse...

(La respuesta buena más adelante)

Espíritu dijo...

Lo creas o no, Mario, mi punto de vista no se aleja demasiado del tuyo. De hecho estoy de acuerdo en casi todo. A mi por ejemplo no me interesa (o no me preocupa) demasiado si dios existe o no y qué es, pues obviamente nos movemos en el bello terreno de la imaginación pero la fe o el poder de creer en algo me parece muy poderoso (unos en la vida, otros en el amor,...). No voy a extenderme pero si te diré que mi dios (le podría llamar de otro modo pero es la palabra que más se acerca) tiene que ver mucho con la mente, con las ideas y en ningún caso me resta o me limita, todo lo contrario, suma. No tiene ninguna de esas desventajas que tu citas. Yo procuro ver un mundo que me gusta, como quiero que sea para mi.

Si me resulta curioso un comentario que haces cuando dices que la espiritualidad y la religión no debería afectar al científico más que como motivación, inspiración o guía moral. Muy cierto, para mi no hay más, de hecho. Pero, ¿te parece poco?

¡Qué bien argumentao todo, joder! ¡You Win! JAJAJA