martes, agosto 05, 2014

El espíritu ama

Oigo una queja.
Tiene sentido porque duele.
Me duele.
Es real y tú no.
Bien, hablemos con la voz.
Hablemos del sol y del ojo ciego,
del tiempo y del horizonte.
Hablemos cada uno solos. 
El sol sonríe pero está nublado por el sol. 
El ojo no ve.
El ojo duerme.
El ojo gira.
Vuelve al mismo lugar.
Te miro pero te haces transparente. 
Espero algo pero permanezco quieto. 
Espero a un tigre de rayas verdes,
ojos azules y alas de fuego.
Me llevará lejos. 
No llega.
No quiero esos tigres de rayas negras. 
Vete tigre raro,
vete lejos de mi espejo. 
No te quiero a ti. 
Solo amo al amor.
Amo al amor televisado.
No necesito nada.
Yo ya estoy hecho. 
Vengo herido, doblado y roto. 
Eso es lo único que me queda.
Soy un alma vendida a la monotonía. 
Mi anhelo es el movimiento ajeno,
el agua que veo desde la tierra 
y la roca impenetrable en el fondo. 
Vivo en un sitio donde el espíritu está ausente. 
Escribo mi yo en estrellas lejanas.
Tengo la respuesta. 
El espíritu no intenta amar. 
El espíritu ama.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me alegra verte en forma