Este noche tuve, que recuerde, un par de sueños bastante espectaculares, al menos a nivel visual. En el primero estaba yo, en una gran avenida de una ciudad desconocida. Todo era muy grande, edificios muy altos, muchas personas y automóviles. Además todo el paisaje tenía un aspecto muy tecnológico. Separando los dos sentidos de circulación, cada uno con dos carriles, se extendía un amplio paseo del que partía un telesférico de color blanco de gran tamaño. Recuerdo que iba con un grupo de amigos -aunque no puedo reconocer con quiénes son- y todos estábamos algo nerviosos porque se producían accidentes a nuestro alrededor. De vez en cuando pasaban aviones que dejaban caer algún proyéctil. Todos parecían estar acostumbrados a este entorno hóstil. Era extraño. Nos disponemos a subir al telesférico y cuando baja observamos su gran tamaño. Nos subimos a él por medio de una escalera. Arranca y me siento un tanto inseguro pues sospecho que pueda fallar. El vehículo avanza a la vez que desciende, se mueve muy deprisa pero sin hacer apenas ruido. Atraviesa un túnel en el suelo. Finalmente se detiene y nos apeamos. El lugar parece una calle subterránea. Tiene un aspecto oscuro. No sé por qué pero nos partimos todos de risa. Alguién dice: "¡Mira quién está aquí! ¡Es Pablo Carbonel!". En efecto es él y rie con nosotros. Eso es todo lo que recuerdo.
El segundo sueño trascurre en el barrio de mi abuela paterna, en un parque en el que jugaba al fútbol de niño. Era y es, prácticamente, una extensión de piedrecitas y arena, salvo en algunas zonas en las que pueden encontrarse unos pocos árboles y arbustos. Estoy de nuevo con un grupo indefinido de personas y nos refugiamos en los arbustos, pues divisamos un grupo de animales salvajes que se acercan desde la lejanía. El terreno parece transformarse en mi mente. De manera continua y sin darme cuenta, termino en una jungla que se come el parque. Aunque éste lo sigue siendo, es sólo que se ha disfrazado o es las dos cosas a la vez. Cosas de mis sueños, ahora estoy aquí, ahora allí como si fuera algo de lo más normal. Lo que sigue es confuso, creo que se produce una lucha estratégica entre nosotros y los animales, algunos de los cuales no parecen ser criaturas reales. Esta parte es muy emocionante, se producen bajas en ambos bandos y nos ayudamos entre nosotros para defendernos de los animales. Tras un rato de aventuras y adrenalina, salgo huyendo con una lanza en mis manos y en breve observo algo que se mueve en la maleza. Desde mi escondite lo veo: Es un indígena de aspecto peligroso. No hay problema, como estoy escondido y quieto, no puede verme. Entonces gira la cara y me ve. En su cara se dibuja la rabia. Me levanto y me dirijo hacia él para atacarle. Intento pincharle en al menos tres ocasiones pero siempre fallo, bien porque no le acierto o bien porque su piel parece de goma. Mi enemigo contrataca tras ver mi incapacidad para dañarle y me hiere en el pecho. Me despierto.
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