Hace pocos días me enfrentaba a mi primera tutoría con los alumnos de 1º y decidí, entre otras actividades más o menos lúdicas, contarles algunas fábulas para hacerles reflexionar sobre diversos temas. En mi búsqueda me encontré con una muy interesante que, si mal no recuerdo, Morti nos relató durante un concierto del FHB en el Fun Club allá por el principio de los tiempos (Sr. P estuvo allí conmigo). Si mal no recuerdo insertó la fábula en el tema Mortal. Aunque finalmente no la incluí en mi clase con los peques, pues me decanté por otra de menor complejidad y con un mensaje más apropiado para estos primeros días, sí veo interesante dejarla por aquí. La historia más o menos dice así:
Una rana muy buena y amable siempre ayudaba a todos los animales de pequeño tamaño a cruzar el río, subiéndolos a su espalda. Nunca decía que no a nadie pues ella era así. Un día se acercó el escorpión y le dijo: "Rana, transportame al otro lado del río". La rana sabiendo la agresividad del animal le responde:"No te llevaré, pues cuando estemos cruzando seguro que me picas con tu agijón y moriré envenado". "No digas tonterías" -dice el escorpión. "Si te pico y mueres mientras cruzamos, a su vez yo moriré ahogado". La rana, no muy segura del todo, poco a poco se fue dejando convencer por el escorpión. Al fin y al cabo si le picaba ambos morirían. De esta forma la rana y el escorpión cruzaron el río, este último sobre el lomo de la primera. Justo a la mitad del trayecto, el escorpión picó a la rana y ésta en su agonía le dijo:"¡Qué has hecho ahora moriremos los dos". "Lo sé, pero no pude evitarlo. Es mi naturaleza. -respondió el escorpión.
Moraleja: No hagais ni puto caso, los animales no hablan.
3 comentarios:
Ese concierto fue la caña. Ademas por aquellos entonces un concierto tenía el rollo magico de lo "desconocido". Ahora como estamos en la brecha, pues hay cosas que no sorprenden tanto, pero eso si, cuando hay magia y energia, siempre sorprende. Oye, voy a hacer una banda de rock. Busco bateria. La cabra tira pal monte, aunque no todo el monte sea oregano, y el oregano, como la albahaca, si no lo coges, se escapa!
El batería me lo pido yo. Ya sólo nos falta un local para meter los trastos, lo digo sobre todo por la pandereta...
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