martes, septiembre 16, 2008

Vuelven vuelven

Hoy hablaremos del nuevo trabajo de Metallica, Death Magnetic, y no sólo por el contenido musical de éste, si no también por lo que, sobre él, se comenta en la red. Sí, porque desde que, el día 2 de Septiembre, se filtrara en internet (salía el 12), por culpa (o gracias) a un error de distribución en tiendas francesas, no ha dejado de suscitar críticas positivas y negativas en blogs y webs de todo el mundo. Unos dicen sobre él, a mi parecer exageradamente, que es comparable o lo mejor desde Master of Puppets y otros sólo ven en Metallica un grupo de acabados del metal que una vez más la vuelve a trufar, esta vez copiándose a si mismos. Otros lo ubican, por su estilo, como una transición entre el ...And justice for all y el Black Album. No sé...

En mi humilde opinión se trata de un buen disco gracias, en parte, a la recuperación de ese sonido clásico, potente y directo tan característico de la banda, perdido allá por los tiempos del Black Album, actualizado y renovado para los tiempos que corren. Vuelven los solos de guitarra, las batería que no suenan a lata de pintura, las instrumentales y las portadas simbólicas con iconos ortodoxos del mundillo heavy, en este caso el ataúd blanco sobre fondo blanco (¿White Album?) adornado por líneas de campos magnéticos. Eso, y el total de sus diez canciones, que son buenas y hacen que lo escuches una y otra vez. Es decir, se trata de un trabajo con gancho y fuerza. Esto, hasta la fecha, sólo podría decirse de sus cinco primeros albumes pero ahora yo añado Death Magnetic a la lista, sin que por ello deba establecerse una comparación con ellos, no es necesario. Uno puede dejarse llevar y disfrutar. Por resaltar algunos temas de entre un conjunto uniforme, me quedaría con That Was Just Your Life, que abre el disco, The End of the Line, que le sigue, y sobre todo la magnífica All Nightmare Long.

No obstante, no es un disco perfecto (no sé si existe) y sus defectos, desde mi punto de vista, residen en el excesivo parecido de algunos temas con otros de tiempos pasados. The day that never comes, cuarto track, no desagrada pero se parece demasiado a otros cuartos temas de otros trabajos suyos (véase One o Fade to black). Se incluye también un Unforgiven III que si tuviera otro nombre pasaría como una más del conjunto, eso sí con un estilo muy cercano a la época Load.

En definitiva, ha pasado el tiempo, la era Napster ya pasó y ahora parece que éstos chicos se olvidan por un tiempo de sus inversiones y vuelven a dedicarse de lleno a tocar (Lars bromea con el tema de la descargas ilegales). Al parecer se inicia una nueva etapa. Larga vida.

Valoración del album: 7,5 (sobre 10)

2 comentarios:

David Gallardo dijo...

Buen disco. Me mola Cyanide. Me pone las pilas. Saludos!

Espíritu dijo...

Es bueno ese tema y mira que a mucha gente le parece facilón o comercial dentro del album. Yo no lo veo así, a mi me gusta, es muy directo y como dices te pega el subidón.