Recientemente se ha visto en los medios la siguiente campaña contra el maltrato a las mujeres:
En este cartel con Dani Martín al frente, se lee: De todas las mujeres que haya en mi vida, ninguna será menos que yo. Es decir, la mujer será igual o más (1). Además se añade una coletilla que dice: Entre un hombre y una mujer, maltrato cero. Bien por el mensaje. Lo suscribo totalmente.
Mi sorpresa viene al ver un cartel parecido en el que la protagonista es una chica, en este caso el lema es el siguiente:
Se lee claro, la mujer diría: De todos los hombres que haya en mi vida, ninguno será más que yo. Es decir, el hombre será igual o menos (2). Claramente y de forma lógica la conclusión que se extrae de (1) y (2) no es un mensaje o situación de igualdad ni mucho menos. Y no crean, se que la intención es buena, por aquello de fomentar el valor propio y la autoestima de las mujeres en situación o riesgo de maltrato. Pero, desde mi punto de vista, se vuelve a caer en mensajes enrrarecidos, como ocurre en la ley de violencia de género (léanla antes de quejarse) que sólo refleja un caso particular violencia en las parejas, de hombres a mujeres en parejas heterosexuales, que como todo el mundo sabe son las únicas que existen. No ampara lo más mínimo a la violencia de mujeres a hombres, ni la acontecida en parejas de gays o lesbianas.
Yo entiendo que se quiere defender el tipo de caso más frecuente (obviamente lo es con diferencia) pero no pasaría nada por incluir a todos los casos de violencia en la pareja o en las relaciones en general. Está mal en cualquier caso, ¿no? No hay duda sobre ello. Se trataría de incluir lo existente en un concepto más global y adaptado a los tiempos actuales. Quizás trate de alcanzar algo muy raro y muy difícil: La igualdad.
No sé, soy muy utópico e idealista pero me encantaría ver a una mujer (o a un hombre hablando de hombres) diciendo un mensaje de amor tan bello como: De todos los hombres que haya en mi vida, ninguno será menos que yo. ¡Qué grande sería! Yo hombre te lo digo a ti mujer y tú mujer me lo dices a mi hombre. Así nadie es más ni menos. Luego, en la cama, cada uno que elija sus jueguecitos de ser menos, ser más, ser superman o ser catwoman.
Aunque también se me ocurre otra solución más graciosa. Le ponemos a esta señora el segundo cartel:
Es claro que pocos serán más que ella.
Y a este otro señor le ponemos el primer cartel:
Así todas serán más que él y asunto arreglado. No parece preocuparle mucho al tipo su peculiar rostro, sonrie. A mi me pasa un poco igual. La cosa es que me recuerda a alguien...
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