sábado, noviembre 28, 2009

El árbol desde chiquitito se endereza

Ahora que muchos amigos/as serán padres y madres, ahora que tengo a mi gato Grehli, maestro licenciado en las artes Zen al quiero mucho, y que, como saben, continúo con mi ilusionante profesión de Profesor de Matemáticas (hoy dejo atrás la ironía, me encanta mi trabajo), ahora vuelven a mi aquellas primegenias ideas y sueños infantiles que, desde el fango, me imaginaban en un lugar mejor, muy parecido al que hoy ocupo. Existía en aquel pasado un motor para la máquina que nos hizo mejores personas. Hablo en plural, sí, también me refiero a mi hermano. Esas ideas mamaban claramente de una fuente, la Educación con mayúsculas que nos dio nuestra madre. Otros en mi familia tuvieron dos progenitores pero éstos, tristemente, se empeñaron en hacerlo mal una y otra vez. Se esforzaron en ello. No soy cruel, yo lo viví muy de cerca y sé de qué hablo. Sé la destrucción que generaron pues los efectos colean hasta hoy y de qué manera. La comparación es obvia y clara. Nosotros sí y ellos no. Nosotros educados de una forma, ellos de otra muy distinta.

Un error puntual lo comete cualquiera, es algo humano pero para educar mal es necesario esforzarse día a día durante años en meter la pata. O tal vez esforzarse por no esforzarse, vivir en el todo vale. No todo vale si lo que quieres obtener son buenos resultados. Pues, lo digo pese a quien pese, todo en esta vida tiene sus consecuencias. No habrá un dios que nos juzgue, ya lo hace la vida con sus entresijos. En este sentido, me da miedo esa cegera, esa torpeza de mirar para otro lado, esa ignorancia, porque aquí reside la verdadera cara oculta del mal que nos conduce al camino del dolor. Éste no es una elección directa (nadie lo eligiría) si no el resultado de cadenas de elecciones más o menos largas. Me atrevería a decir que su longitud está en estrecha relación con el grado de devastación generado.

No espero que compartan totalmente estas opiniones pero, al menos, sí tendrán claro el valor de la educación desde las casas. Seamos firmes en esto, todos. No se dejen llevar por cantos de sirena y caminos fáciles, la responsabilidad y la disciplina no están reñidas con el afecto y el cariño. Es más, una cosa lleva a la otra, pues el verdadero bien debe ser trabajado para no quedarse en superficial. Debe construirse.

Los siguientes vídeos son una selecta representación de algunas opiniones muy reveladoras sobre el tema. Las comparto en gran medida. Saben de lo que hablan. Véanlos, todos ellos aportan reflexiones muy interesantes.

1.- Iñaki Gabilondo:




2.- Emilio Calatayud:





3.- Sánchez Dragó:




Dedicado a la memoria de una gran persona que ya casi no es persona. Muerto en vida. Requiem por un sueño.

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