Un error puntual lo comete cualquiera, es algo humano pero para educar mal es necesario esforzarse día a día durante años en meter la pata. O tal vez esforzarse por no esforzarse, vivir en el todo vale. No todo vale si lo que quieres obtener son buenos resultados. Pues, lo digo pese a quien pese, todo en esta vida tiene sus consecuencias. No habrá un dios que nos juzgue, ya lo hace la vida con sus entresijos. En este sentido, me da miedo esa cegera, esa torpeza de mirar para otro lado, esa ignorancia, porque aquí reside la verdadera cara oculta del mal que nos conduce al camino del dolor. Éste no es una elección directa (nadie lo eligiría) si no el resultado de cadenas de elecciones más o menos largas. Me atrevería a decir que su longitud está en estrecha relación con el grado de devastación generado.
No espero que compartan totalmente estas opiniones pero, al menos, sí tendrán claro el valor de la educación desde las casas. Seamos firmes en esto, todos. No se dejen llevar por cantos de sirena y caminos fáciles, la responsabilidad y la disciplina no están reñidas con el afecto y el cariño. Es más, una cosa lleva a la otra, pues el verdadero bien debe ser trabajado para no quedarse en superficial. Debe construirse.
Los siguientes vídeos son una selecta representación de algunas opiniones muy reveladoras sobre el tema. Las comparto en gran medida. Saben de lo que hablan. Véanlos, todos ellos aportan reflexiones muy interesantes.
1.- Iñaki Gabilondo:
2.- Emilio Calatayud:
3.- Sánchez Dragó:
Dedicado a la memoria de una gran persona que ya casi no es persona. Muerto en vida. Requiem por un sueño.
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