Esto no es una declaración de intenciones, es una canción de redención. Es un canto curativo donde todo está claro. Conmigo cargo los restos del pasado, metidos juntos en un bolsa. En mi mano izquierda llevo una pala con una incripción parcialmente tapada por pequeños cúmulos de arena que hacen imposible su lectura. No son tantos ni tan pesados los restos como pudieran parecerme en otro momento, son sólo lo que son, fragmentos distorsionados por el tiempo. Producían ruido y también música, dos caras de una única trampa carente de lugar en mis actuales páginas en blanco. Ya fue suficiente, la búsqueda ha terminado. Estoy cansado y satisfecho, hoy digo fin. Llega la calma y el pleno placer, disfrutar, sólo disfrutar.
Estoy a los pies de aquel árbol casi eterno, ya cabé el hoyo con la pala. De la bolsa salen papeles, viejos cuadernos, una botella de lágrimas, un viejo tambor roto, juguetes de la infancia, un medidor del dolor y otros cachivaches estrafalarios. También están tus huesos, ahora convertidos en ceniza y a su lado tu bandera, alimento pasado de mi interminable camino. Deliberadamente, se quedaron para el final. Los dejo caer en el hoyo recordando que nunca quise banderas ni falsos ídolos aunque tú me serviste y mucho. Fuiste mi ideal más puro y bello. Gracias con mi más profundo amor. Me doy el abrazo imposible que buscaba de ti y tu palmada de aceptación. Estarías orgulloso de mi, no tengo duda. Te dejo descansar en paz. La pala y mis brazos lo cubren todo de arena hasta hacerlo desaparecer. Deposito un ramo de flores lentamente junto al árbol.
He terminado, me alejo de allí, dejándolo todo atrás. Ahora voy sin equipaje pues todo equipaje termina por resultar pesado. Entonces comienza a llover fuertemente. El agua lo limpia todo y me renueva como es propio de su naturaleza. Poco a poco, la pala queda libre de los restos de arena y la inscripción se hace visible. En ella reza la única palabra posible: Amor.
2 comentarios:
Yo tampoco tengo duda. Bien hecho.
Muchas gracias misteriosa desconocida o no tanto?. Tu comentario me alienta.
Siempre existe un motivo para todo lo que sucede y cada cual elige el suyo. Para mi no hay duda siempre el 2.
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