Ayer, por casualidad, se cruzaron ante mi algunas fotos del pasado. Me puse a mirarlas y me resultaron extrañas, lejanas. No sabría muy bien explicar la sensación. No sé, veía desde fuera a uno de mis yos posibles. Son los miniyos de mi cabeza. Que se vayan un poco a paseo porque ahora todo es posible para mi. Sí, eso creo.
Me detuve un poco, recordando, sobre todo buenos momentos. La conclusión es evidente: Tengo mucha suerte por lo que fue y por lo que es. No sé, será por aquello del círculo de poder. Si ya lo decía yo en la prehistoria de los tiempos...
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