Me voy de viaje, esta vez a alguna parte, a Zárágózá (broma maña). Mi hermano me espera. Normalmente la sensación es de huida, de evasión, de liberación pero ahora mismo no es así. Lo que sea viene conmigo junto con un ligero dolorcillo de garganta, por aquello de la empatía. No sé, tengo mucho sueño como viene siendo habitual últimamente pero está bien. Estamos en esto de la vida jugando nuestros comodines y ases en la manga. Lo mismo es solo cansancio, ya iré entrando un poco en materia, seguro. Aburrirse es imposible como diría el amigo perraco.
Esta es la primera parte de la saga Las crónicas mañicas (en competencia directa con Las crónicas de Narnia) y amenazo con más, si se tercia.
Ay Pilarica ay que tu no eres francesa, que tu eres aragonesa. Nosotros nos alejamos un poco del camino, devuélvenos un corazón...
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