Dice la leyenda que un marido celoso llevó a su mujer hasta la Bocca della Verità (Boca de la Verdad) para comprobar si le engañaba con otro, ya que según historias antiguas del lugar, si uno decía una mentira mientras tenía la mano en la abertura de piedra, inmediatamente ésta se cerraba aplastando la mano del mentiroso.
El amante de la mujer, alertado por los gritos del marido en plena calle, se dejó caer por el lugar justo en el momento en que la pareja estaba delante de la boca. La mujer, al ver llegar a su amante simuló marearse cuando éste pasó por su lado, con lo que el amante no tuvo más remedio que recogerla en sus brazos para que no cayera al suelo.
El marido, agradecido, se giró hacia su mujer dispuesto a seguir con el ritual y comprobar si le había sido infiel. Así que metió la bella mano de su mujer en la boca de piedra y le preguntó si había estado con algún otro hombre que no fuera él.
La mujer le dijo entonces que podía estar tranquilo, que nunca había estado con ningún otro hombre, y que solo había estado en sus brazos y en los del joven mozo que la acababa de salvar de una caída al marearse. Y así fue como pudo conservar su mano.
Este símbolo de Roma, está situado en la iglesia medieval de Santa María in Cosmedin, es en realidad una boca de alcantarilla romana que simula una antigua máscara del dios Tritón.
Eso es todo amigos/as, os dejo por unos días pues este espíritu se va a Roma a comprobar in situ estas leyendas. Yo no tengo ningún problema con la verdad, así que estoy dispuesto a meter lo que sea en la boca esa (venga ponlo en los comentarios que lo estás deseando). Chicos y chicas, no olviden mineralizarse y supervitaminarse. Hasta pronto.
4 comentarios:
Buen viaje Super ratón!
Yo cuando estuve me equivoqué y metí la mano en uno de los agujeros de la nariz en vez de en la boca. ¡Buen viaje!
¿Cuándo vuelves, miarma? Te necesitamos como agüita de mayo, nunca mejor dicho.
hasta la más verdad puede ser mentira.
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