Deporte

Ahora estoy contigo. Eres otra, eres la chica de la habitación de mi cabeza. Dejaste el porno, tus duchas provocadoras y tus paseos desnuda de aquí para allá para bajar al suelo. Tuviste sexo en grupo, drogas y desenfreno. Ahora me buscas a mi para probarme con tus labios. Hoy no haremos el amor, hoy follaremos y que el amor, si quiere, se forje al rojo vivo. Estamos en sintonía y saltaremos por los aires para luego planear hasta el suelo. No sería posible de otro modo, ya lo sabes.

¿Estás en la cama? No te escuché llegar. Aún no estás desnuda pero casi. No tengo prisa. Me deleito en tus cositas, tus telas y tus piernas. Eres dulce, frágil y verdaderamente sexy. Tu cuerpo se llena de vida si te miro. Eres bellísima. Tu cara se ha iluminado y en tu espejo me veo reflejado yo también. Estamos en el mismo sitio y disfrutamos. Te mueves suave como yo no podría. Me haces vibrar. Luego saltan chispas entre los dos y nos trasladamos varias horas hacia el futuro sin saber cómo. Sin duda el reloj ha vuelto ha romperse. ¿Será cosa del pringocheo?