viernes, enero 30, 2009

Mis paseitos

Ayer salí solo a dar una vuelta por la ciudad como suelo hacer de vez en cuando. Durante mis paseos tengo tiempo para pensar, doy rienda suelta a mi imaginación y puedo observar tranquilamente lo que ocurre a mi alrededor. Por supuesto, la banda sonora la pone mi Ipod. Esto será un crimen para aquellos que prefieren escuchar el sonido ambiente pero como se trata de mi, pues a callar. Eso es asín.

Hice un poco lo de siempre, por la Enladrillada hacia el centro y luego allí tomo un café, me paso por las librerías y como no, por la Fnac. Que yo recuerde durante mi recorrido vi al menos cuatro hechos destacables que llamaron especialmente la atención:
  1. Dispositivo supergordo de medios y personas en torno a la misa oficiada ayer por el cardenal Amigo en la iglesia de San José Obrero para rezar por la desaparecida Marta del Castillo. Por fin la tele viene a mi barrio, ¿habré salido aunque sea de lejos?
  2. En la Avenida de la Constitución un tipo con coleta tocaba magistralmente el violín para todos los transeuntes. Entre el público estaba un pequeño de 1 ó 2 años en brazos de su padre que, boquiabierto, no quitaba su mirada del violín, totalmente fascinado por la música. Hay esperanza señores, hay esperanza.
  3. Un culazo, no recuerdo los detalles pero alguno pasaría delante mía, ¿no creen?
  4. De vuelta por los soportales de la Encarnación pasé delante de esa viejita que vende chucherías en ese lugar, en plena calle. Se encontraba recogiendo toda su mercancia y la guardaba en su usual carrito metálico de supermercado. No sé cuando tardará en llegar a Vicente Alanis-Arroyo (vive por aquí) pero su hora u hora y media debe tardar. Muchos días la veo caminando por un margen de la calzada a riesgo de ser atropellada. La conozco de mi época del colegio, es una mujer que ha tenido que costear, a su pesar, las drogas de alguno de sus hijos. Además, claro está, la comida y el resto de necesidades básicas también cuestan pasta. ¡Lo que hace la necesidad! Señor Jesús Quintero, menos Mario Conde y más personas auténticas como ésta. Desde luego ella sí se merece la medalla al trabajo.
Sí, es cierto, lo confieso: Estoy aburrido.

:P
Marta del Castillo desaparecida en la barriada de Tartessos (Sevilla)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

CALLO... pues estoy de acuerdo con esa banda sonora y con esos paseos... NADA MAS...

Anónimo dijo...

espero que se encuente pronto a esa nena

bien por el blog saludo desde bien lejos