El otro día fuimos con la familia a echar el rato por ahí. M y yo tiramos para Bormujos en uno de nuestros coches y allí nos encontramos con el resto. Primero iríamos a comer y luego al cine. Cuando íbamos a tomar café, mi madre se percató que le faltaba la cartera. Buscamos por todos sitios y no aparecía. Al parecer, pararon para que sacara dinero, cerca de 250 €, y al subir al coche, con las prisas, se hizo un lío con el paraguas y por una o por otra, la cartera terminó fuera, en el suelo. Intentamos quitarle importancia, despreocuparnos y pasarlo bien. Entramos al cine para ver Como la vida misma, una comedia agradable donde sale Steve Carell. En principio ahí quedaba todo.
Al regresar a casa me telefonea mi madre y me dice que le habían devuelto la cartera con todo el dinero y documentos. Una pareja anciana la encontró, consultaron los datos del DNI y acudieron a devolverla al domicilio reseñado. Como no había nadie en casa volvieron varias veces hasta lograr contactar. Mi madre los recibió y se lo agradeció mil veces. Les recompensó con la simbólica cantidad de 30 €, muy poco para la valía del mensaje que algunos machos ya saben: Hay más alegría en dar que en recibir.
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