jueves, julio 09, 2009

Un cuervo maleducado

Foto - Castillo Las Cuevas en Cebolleros (Burgos), de pura fantasía

Cita - Si has construido un castillo en el aire, no has perdido el tiempo, es allí donde debería estar. Ahora debes construir los cimientos debajo de él (George Bernard Shaw)

Anoche soñé mucho. No recuerdo con exactitud esos sueños pero los llevaré y los he llevado siempre conmigo que no es poca cosa. El cofre del tesoro está en mis manos y la llave... la llave...no existe. Quizás tampoco haya nada dentro o quizás porta revelaciones capaces de cambiar mi vida completamente. Sin embargo lo olvidé todo, no presté atención. Me emborraché en esa fiesta incorpórea y hoy, el día después, me despierto con resaca. Tiene tela, esto sí que es llamar a las puertas del cielo. Pero, a mi, no me abren ni de coña. Nunca trago más dulce supo tan amargo. Un buen día volverá en forma de cuervo desgarbado y eructará en mi puta cara. Ese día estaré mirando mis nubes invisibles y remataré la faena con un mira un pollo negro canijo y feo que vuela ¡Qué raro! O tal vez esté allí parado y tenga una especie de señal. Doblarán las campanas al son de un deja vu. ¡Qué incomodidad más grande! Siempre tuve fe en los azares de esta vida y que ésta llenaría los vacíos y los agujeros negros. Bostezo y me encojo de hombros. Ya está hecho, escapó de mis manos por miedo a cambiar mínimamente el rumbo.

Vaya mierda de punto de vista. Perdona, te lo tenía que decir. ¿No lo ves? Te diste importancia y un segundo más tarde, sin darte cuenta, metiste la cabeza bajo el agua. No eres un pez. Saca la cabeza y respira de nuevo, hijo mío. De nada sirve comprender lo incomprensible para hacerle una autopsia al aire, se te olvidó sentirlo dentro sin más. No me hablaste del amor, esa arquitectura de lo universal que siempre concede oportunidades. No me hablaste de aquellas baldosas amarillas y de cada uno de los eventuales sucesos que, al caminar sobre ellas, irás experimentando. No me hablaste de la naturaleza de lo cotidiano. Debes alegrarte sin motivo. Relaja tu esfínter y echa el lastre fuera. Pluf, plaf, plis, plas ¡Mucha mierda! ¡Sí señor! Y ahora si el cuervo vuelve a ser grosero, vas a abrir tu mano bien abierta y vas a arrearle una galleta con toda la fuerza de tus incomprensibles sueños. El guerrero ha nacido y tiembla. Ese día besarás y serás besado. Ya salió fuera y no hizo falta comprenderlo. Los giros, los cambios, la curvatura no se producen en un sólo punto, son, también, caminos. ¿No crees?

No hay comentarios: