lunes, febrero 07, 2011

Una isla con un corazón dorado

El sol arriba, suave, empezaba a fundirse en el horizonte. La playa estaba vacía y mis pies fríos sobre el manto de arena me hacían vibrar en espíritu. ¡Qué agradable sensación! Frente a mi, el mar, una isla y un puente que los une. Crucé el puente de luz sobre el tranquilo oleaje hasta la isla, redonda, pequeña. En ella un camino entre pinares y en el centro una llama sobre un corazón dorado. Hipnotizado me quedo sentado mirando. ¡Qué belleza! Mis ojos sienten hacia afuera como yo sé. Pasa el tiempo y la visión se convierte en paz dentro de mi. Es paz en mi corazón cálido y calma por dentro.

1 comentario:

MAYA dijo...

Asi es...