Hace un rato estuve de bares con un viejo amigo, mientras veía el Betis. Al salir, ya camino de casa, nos encontramos con una cofradía típica de cruz de Mayo, con un paso bastante elaborado en el que iba representado un santo. Miro hacia el callejón adyacente a la parroquia en cuestión, y veo, entre el bullicio, a un montón de policías locales que vigilan la zona. Entonces comento:
- Cuando me roben espero que también estén ellos para ayudarme.
- No creo, porque tu ni eres santo ni nada. -responde mi amigo.
Aquí en Sevilla lo mejor es ser santo o mejor aún aparentarlo.
3 comentarios:
Siempre pasa lo mismo
Los policías sobretodo están en las procesiones porque se acumula mucha gente y, tal y como está España hoy día, más vale prevenir con guardias que curar los efectos de una bomba (que no sería la primera)
Son puntos de vista. Sinceramente, no creo que la policía local pueda impedir el estallido de una bomba sin otra ayuda externa y especializada. No obstante, entiendo que en grandes aglomeraciones de personas son necesarios para poner orden y controlar al personal, ya sean celebraciones religiosas o no. Este no es el caso.
No se trataba de un gran número de personas y en cualquier caso la proporción era muy alta. En mi barrio se celebran veladas (verbenas de barrio), pequeños conciertos, etc..., actos a los que asisten el número parecido de personas y jamás vi un policía. Por supuesto, un día cualquiera ni por asomo se les ve el pelo a los tipos de azul.
En definitiva, no se trata de quitar si no más bien de poner. Respeto a las religiones, a los creyentes (a mi manera lo soy) y sus costumbres siempre que no se gestione indebidamente dinero público. En ese caso, como se suele decir, o todos moros o todos cristianos. ¿Todos cristianos?
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