Hoy debo decirte, una vez más, que la verdad está sobrevalorada. De hecho para mi no existe como entidad única e inmutable y debería borrarse de todos los diccionarios. O quizás, dejarla sólo para cuestiones de lógica formal (acepción nº4 de entre las siguientes). Aunque mejor consultamos la
RAE para ver los principales significados de
verdad:
1. f. Conformidad de las cosas con el concepto que de ellas forma la mente.
2. f. Conformidad de lo que se dice con lo que se siente o se piensa.
3. f. Propiedad que tiene una cosa de mantenerse siempre la misma sin mutación alguna.
4. f. Juicio o proposición que no se puede negar racionalmente.En las dos primeras, las acepciones más usuales, se observa implícitamente la presencia de un individuo o yo para el que la verdad es o no es. Si son varios individuos, inevitablemente, existirán distintas percepciones y por tanto distintas verdades. Mucho mejor, por tanto, relativizar siempre la verdad. Lo digo porque después vienen y te dicen que no puedes hacer eso, que las cosas no son así, que en la vida real todo funciona de otra forma, que estás equivocado, que ya aprenderás y bla, bla, bla...
Quizás ese invento de la gran verdad única e inmutable, se trate sólo de una cuestión de seguridad, de imponer al ciudadano de a pie unas ideas dominantes donde poder apoyarnos o... manipularnos. Aquí tienen el motivo de la corrección política y moderación que abunda en nuestros días. ¡Qué daño nos hizo el pobre
Platón y sus ideas perfectas! Yo, sin duda, prefiero a
Aristóteles y sus sentidos, pero se trata sólo de una opción más.
Para mi una de las grandes mentiras o el mayor de los engaños es pretender decir verdades y además constantemente. Si alguien te dice algo, bajo el amparo de la verdad, y su afirmación te duele, no te está diciendo la verdad, te está haciendo daño y, en el peor de los casos, te estará diciendo su verdad que por otra parte puede no interesarte. Dale una
colleja a ese tipo malo, te lo recomiendo. De todas formas, tampoco sé si todo esto lo tengo muy claro, a veces me da por divagar y juguetear sólo por diversión. Soy así. Si me ven decir o escribir algo con rotundidad, sólo se trata de la pasión del momento, no pretendo sentar cátedra o ser mejor que nadie.
En fin, sobre todo cuídense y
tómense argo home (como dirían en el barrio). No me sean
seriotes pues todo es relativo y además bastante. Fíjense, la próxima vez que vean en la pantalla al trajeado y sonriente presentador (o presentadora) del telediario, sean condescendientes con él y piensen que, tal vez, sólo está aguantado el tipo en su lugar de trabajo y mira de reojo el reloj para salir pitando de allí y poder echarse unas
cerves entre amigos. Pobrecito, ¿no? A ti te vigila tu jefe, a él toda España.
Así habló
Zaratrusto y así dijo verdad.