domingo, mayo 31, 2009

Vergüenza

Acabo de llegar de ver el partido de fútbol Betis-Valladolid. El resultado fue 1-1 pero de poco vale pues el Betis, equipo que sigo, se va a Segunda División. No voy a entrar en reflexiones de tipo futbolístico porque le daría a este juego más importancia de la que tiene y es eso, sólo un juego. Habrá aficionados que lloren, aficionados que se cabreen, aficionados violentos (ya están los antidisturbios en Heliopolis) pero no será esa mi reacción porque SÓLO se trata de un juego llamado fútbol. No me gusta que mi equipo baje y en cierta forma perjudica económicamente a mi ciudad pero no afecta lo más mínimo a mi vida personal y continuaré, por supuesto, siendo seguidor del Betis, bético como suele decirse. Soy consciente, este hecho no aporta mucho glamour y erudición a mi blog pero como ya dije alguna vez por estas lindes, siempre me gustó lo castizo y el bocata de salchichón pues nada de lo humano me es ajeno como alguién más listo dijo alguna vez.

Llegados a este punto se preguntarán, ¿cuál es la vergüenza señalada en el título? Podríamos hablar largo y tendido del Betis, de Lopera, de los jugadores y bla bla bla... pero no es esa mi vergüenza. Mi vergüenza es escuchar múltiples cohetes en Sevilla celebrando el descenso del Betis. Esto no tiene ninguna lógica para mi pues todo sevillano, le guste el fútbol o no, debería querer que los equipos de su ciudad y provincia estuvieran en Primera División, cuantos más mejor, al menos por aquello del beneficio económico y cultural para la ciudad. Esto podría ser extensivo a todos los equipos andaluces. Deberíamos aprender en esto de gallegos y vascos. Por otro lado, no me sorprenden lo más mínimo estos hechos, pues en Andalucía siempre estamos con los piques entre malagueños y sevillanos, entre jerezanos y gaditanos (¡en la misma provincia!), Sevilla contra la "república independiente de Triana" (¡dentro de una misma ciudad!), entre béticos y sevillistas, etc... Y las bromas son bromas hasta que alguien sale herido (hoy por ejemplo ha sido así en Sevilla). Con tanta unidad así nos va. Siempre lo he pensado, aquí en Andalucía somos muy alegres, muy abiertos y muy enrrollados al solecito con la cerveza en la mano pero existe, para muchas historias y no sólo en fútbol, un lado oscuro. Somos la Macarena de Triana del Rezaré de Silvio para bien o para mal. El que no nos conozca que nos compre. Tampoco se asusten no es que reniegue de Andalucía, me encanta mi tierra y por eso a veces me duele.

Cambiando de tema, un saludazo a la peñita hiphopera de Sevilla. El Territorios nos ha dejado mucho más raperos que antes (y ya eramos). Sólo quiero, sólo quiero, sólo quiero rapeá... JAJAJA. Cuídense truhanes y elenowskys... Nos vemos primo, nos vemos surmano...

4 comentarios:

Elena dijo...

Hey MC Espíritu! El rap corre por nuestras venas, qué duros que somos los tres!

la que no encuentra su sitio dijo...

Por cosas como esas (y la Semana Santa y el Rocío) entiendo a mi niño de las pamplinas cuando reniega de Sevilla :P

Pero eso pasa en todos lados, y si no mira a los colchoneros y los merengues... o a los culés y los pericos. Si es que el fútbol mueve masas (compuestas en buena parte por borregos).

Por cierto, ¿aún no habías empezado la saga del puñetero Martin? Tómatelo con calma, que al paso que va se muere antes de acabarla y nos deja a todos con la intriga ¬¬

Espíritu dijo...

Acabo de empezarlo y tiene muy buena pinta. Tu lo leíste hace ya un tiempo, ¿no? ¿Qué te pareció?

Pensaba que la saga ya estaba escrita y que eran 3 ó 4 libros. Espero que no se nos muera y que todo llegue a buen puerto o hasta donde tenga que llegar.

la que no encuentra su sitio dijo...

XD

Pues no te queda nah... Yo llevo un año esperando a que salga el quinto.

Se supone que eran 6, pero el 4º (o el 5º) se le hizo muy largo y lo dividió en dos), así que son 7 de momento. Y sólo hay publicados 4. Y supuestamente el 5º tenía que haber salido a finales del año pasado (yo tardé en leerme el 4º con la esperanza de que al acabarlo ya hubiera salido el siguiente).

Están MUY bien, pero al paso que va, nos quedamos con las ganas de saber cómo acaba ¬¬

Un consejo, no te encariñes con ningún personaje (el Martin este es un cabronazo) :P