Ayer noche nos reunimos unos cuantos colegas y tuvimos tiempo para divertirnos y hablar sobre nuestros intereses más prioritarios. Ya saben, nombres para nuestra banda de rock (me sigo pidiendo el batería), temáticas absurdas para la opera rock que será nuestro primer trabajo discográfico (sigo apostando por nacimiento y muerte de un friki, donde tendría cabido la exitosa motero de la vida) y futuras colaboraciones o proyectos paralelos con una banda hermana cuyo nombre nació ayer y aún no estoy autorizado a desvelar. Entre los temas de conversación surgió el término viejuno puro, muy utilizado por todos (o casi) en nuestro años mozos. No me refiero, en este caso, a sus usos más convencionales, como esta droga es pura, es oro puro, se trata de flamenco puro o te voy a meter un puro que te cagas, si no utilizar puro o incluso purísimo (level 2) para referirse a algo guay o molón. Algunos ejemplos de su uso serían: Esa montaña rusa esta purísima o Illo, qué puro está el nuevo juego etc...
No sé si este uso es exclusivo de Sevilla, de Andalucía o de todo el territorio español pero lo cierto es que muchos (de treintaytantos) lo recordamos como un uso muy extendido de nuestra niñez. Por supuesto, ahora suena fatal, desfasado y anticuado pero digo yo, ¿acaso no suena también mal y poco elegante la expresión urbana lo carza de significado muy similar a puro? (Por ejemplo, ¡Tu moto lo carza! para decir que es buena o que mola). Dejo ahí la reflexión.
Nuevos tiempos, nuevos palabros nos traen y eso es asín. Habló la voz del barrio.
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