El gran triunfador del maratón de cortos fue la sorprendente opera prima
Flores Muertas del grandioso
Roberto Palmete, que obtuvo dos de los principales premios
Gañán, al mejor corto y la originalidad. Competía contra cortometrajes de calidad indiscutible como
La madre de
Miguel Bardem (
Goya en el 96),
El sueño del caracol de
Iván Sáinz-Pardo (con más 34 premios internacionales, preseleccionada para los
Oscars 2001, etc...),
Abducidos de
Gary Rydstrom (magnífico y gracioso corto de animación de
Pixar que acompañaba a
Ratatouille en cines y
dvd). Pero el público, soberano de su voto, alzó con su calor a
Flores muertas, parodia apocalíptica
Sc-Fi donde ficción y realidad se entremezclan de forma magistral desbordando momentos épicos a raudales (lo mejor la carcajada, sin duda). A un lado queda la polémica levantada por un sector de la prensa acerca de
Palmete y su equipo. Al parecer se les vincula estrechamente con los organizadores
A2 (¿Familiares?¿Amigos?) y se habla de maletines llenos de viandas y lícores espirituosos. Nada ha podido demostrarse y los supuestos documentos incriminatorios, de existir, no se han hecho públicos. Desde este blog nos desmarcamos tajantemente de esta rumorología aberrante que sólo intenta ensombrecer la calidad indiscutible de
Palmete.
La segunda triunfadora de la noche fue
Tercero b de
José María Goenaga con premios a mejor imagen y mejor sonido. También se entregaron el premio al peor corto a
El numerito de
Carlos Fierro. En realidad, este último, no es un mal cortometraje ni de lejos, se trata, simplemente, del menos puntuado y es que el listón estaba bien alto. Lo sentimos pero alguno tenía que perder.
El premio
Gañán honorífico a toda una carrera como director fue a parar al artista también conocido como
ratubeji, creador de obras como
El paraguas de dios,
Cubiculum o
La importancia, entre otras. Gran ovación del público al adelanto de su obra
Ansiedad que podrá ser visionada en
Febrero de 2009.
La mancha negra del maratón fue sin duda el bajo éxito de las obras de
Mélies, en este caso
Melómano y
A trip to the moon (la menos votada del maratón), obras clave para entender la historia de la cinematografía o la incomprendida
Código 7 de
Nacho Vigalondo que pocos supieron valorar (tristemente tuvo que salvarse por los pelos del premio al peor corto gracias a algunos votos de fans de Vigalondo presentes entre el público asistente).
Sin más la organización se despide deseando repetir el año próximo con una segunda edición donde los cortos de la casa brillen, en este caso, por su presencia masiva. Gracias a todos por hacer realidad una idea.