martes, julio 19, 2011

Miau

Sale el sol en territorio canibal. Tomo para desayunar todo mi corazón y un poco del tuyo. Comeré hasta saciarme pero hoy no habrá tostadita con jamón. La sangre resbalará por las comisuras de los labios y seguiré mordiendo, seguiré mordiendo. No me importa, soy espectador de lo macabro. Tengo hambre y no te gustará encontrarme en tu camino. Claro, como dejé de respirar casi acabo contigo. No es para tanto, no es un drama sólo son juegos de bromas, besos y caricias pero tú no ríes ya. Eso es lo cierto. Ahora te hipnotiza mi mirada perdida. Tú ibas tras mis pasos pero el agua fría produce calor en mi cadáver. Pude notarlo al caer el agua. Todo está listo, los pequeños monstruitos se han reunido y desde aquí partirán hacia tierras inexploradas. Yo marcho vacío y seco. Todo se hizo en mi, silencio, hasta mis palabras. Hablabas de animales que tú eras, hablabas de animales que yo era. Animales somos. Somos leones, tigres, ratones disfrazados de nosotros dos. Cuidado me tambaleo, tengo miedo de sentirme así. Te lo expliqué, es engañosa mi cara de niño bueno. No somos perfectos y yo menos. Porque hoy importa lo que sentimos y no lo que pensamos, por eso no podemos evitarlo. Cae un rayo, me vuelvo malo y te asusto. Susurro miau, miau en tu oído. Ahora al final sí te ríes. De fondo la tele dice que ya es la hora. Ya es hora de desaparecer con toda esta mierda y dejar en mi cabeza un buen sabor de boca.

No hay comentarios: