A veces tengo días "no sé". Hoy es uno de ellos. Me venía sintiendo fuerte e ilusionado y aún así me tambaleé un poco. Se acumuló todo en mi cabeza y explotó. Me acurruqué en un rincón, me escondí bajo la manta. No supe qué decir... Hasta me sentí un poco idiota. Pero todo huracán se disuelve en brisa y se detiene.
Ahora, al final de este domingo raro, miro tranquilo a mi alrededor y me siento afortunado por lo que me rodea. Veo a todos los personajes de esta historia y os doy las gracias porque sois maravillosos. Gracias también a ti, por tu calma, por tu dulzura, por escuchar. La vida es, mientras nosotros pensamos sobre ella y, es cierto, a veces no es justa.
Hoy no sé nada. No sé qué será... Es solo andar, dar un nuevo paso hacia el corazón. Esto es lo que me toca vivir. Lanzo mil besos al aire para que algunos te lleguen y, de paso, otros encuentren el camino de regreso a mi.
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