Volvemos a casa felices y es que, allí en Azuaga, lo pasamos bien. A la salida del pueblo compramos carne, chacinas y vino a buen precio. Yo me traje una botella de Tentudia de 2000 y un poco de salchichón ibérico, espero que ambos sean satisfactorios. Mi estancia en el pueblo ha sido tranquila y el ambiente incitaba claramente a la contemplación y al relax. Di mis paseitos musicados por el parque y entre otros pensamientos en soledad intenté, sin éxito, recordar imágenes y situaciones de un sueño que había tenido la noche anterior. No lo hallaba y sin embargo lo sentía. Algo me inquietaba, ¿una sombra del pasado? Posiblemente, es algo que está muy cerca.
La tarde-noche del domingo visitamos en La Granja el local de ensayo de R, un alumno del Sr P, y allí se arrancaron a improvisar a dos guitarras y batería. Ayer P me enseñó el conservatorio y tras comer cervezas, tapillas y adobo en el Círculo volvimos al hogar para tomarnos un cubatilla viendo Friends. Enseguida caimos trompa. A nuestra vuelta al mundo real fuimos a ver la nueva gran casa de P (¡Tiene dos patios! ¡Qué barbacoas!) y allí conocimos a un par de personajes extremeños del mundo del jazz con los que compartimos una tranquila jornada nocturna.
2 comentarios:
Ciertamente, pero como tú dices quedan para nosotros y por eso no me extiendo. Así es mi blog. Debes saber, además, que desde este espacio no suelo entrar tanto en detalles. Se trata, en este caso, de una excepción a la tónica general. Un besito Señor P.
AYYYYY....yo también quiero...
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