La realidad del espejo

La percepción del mundo es una elección, no la realidad. Esta elección es muy importante, no obstante, pues refleja las creencias que tienes actualmente en tu interior. La realidad ya es sin tu cooperación, sin embargo, la conciencia que tú tienes sobre ello es algo que tú eliges. Así por ejemplo, si tienes una visión oscura del mundo podrías sentirte eventualmente más inseguro, más vulnerable, temeroso, insignificante, etc... Estos mensajes en algunos momentos pasan por tu mente e incluso los exteriorizas. Quizás hayas perdido la capacidad para darte cuenta pero lo verá la gente que te quiere. Tal vez estés más a la defensiva, hagas comentarios desagradables o bruscos, te muestres más inseguro o por ejemplo, tus palabras suenen desmotivadas y negativas. Nos puede pasar a todos. En esos momentos nos sentimos víctimas de fuerzas imaginadas más allá de nuestro control que parecen más poderosas que nosotros mismos. Creemos que es inevitable nuestro destino, por una sencilla razón: Creemos en ello con fuerza. El principio para salir es ser consciente y darnos cuenta que no tenemos porque seguir ahí. No es real, es solo una ilusión mental en la que depositaste toda tu fe, sin darte cuenta. Esto te bloquea y te hace perder la claridad de ideas, propia en ti. No encontrarás la solución razonando desde dentro pues la torre se cae desde la base. Elige cambiarlo de raíz y darle la vuelta. Detente y respira. Elige ver un mundo amable, amoroso, lleno de vida y de nuevas posibilidades,... Lo importante del vaso medio lleno o medio vacío es el agua, es la parte llena. Es natural verlo así. Es un punto de vista donde las dificultades son oportunidades para superarte y aprender. No tiene porque ser fácil pero merece la pena intentarlo. Es vital, de hecho. Existe un lugar donde no pones resistencia, donde no te opones a lo que es, donde eres comprensivo, donde armonizas con todo. Fluye como un caudal a pesar de (o gracias a, mejor dicho) las piedras que encuentres en el río, allí nos encontraremos viviendo con amor y vitalidad. En ese lugar reside la respuesta. La tomas si la eliges con convicción y abrazas esa paz como si te fuera la vida en ello. No la sueltes entonces. Esta es una buena opción, te la recomiendo. Probar no te hará ningún mal, desde luego. A partir de ahí, bienvenidas sean las cajas de sorpresas. Tened paciencia, compañeros y compañeras, pues llegarán. Entonces sé agradecido y acéptalas con alegría.