domingo, febrero 08, 2009

Pasear

Los domingos por la mañana, después de desayunar (en el bollito, por supuesto) solemos pasear durante una horita, más o menos y si es al sol, pues mucho mejor. En eso andabamos, nunca mejor dicho. En esos momentos prefiero no pensar en nada, sentir el airecillo y disfrutar del camino. Así debe ser siempre para todo. Muchas veces, en esta vida, complicamos demasiado las cosas intentando ganar competiciones a adversarios invisibles o inventados, simplemente para alimentar nuestro ego. Un ataque es la mejor defensa aunque sea al aire.

Durante el paseo de hoy paso junto a un carrito de bebé, el pequeño individuo me sonríe, yo le sonrío. Creo que cuando somos niños vivimos plénamente, nos atrevemos a lo que haga falta, sin más. Después, muy posiblemente, la carga aumenta y cambiamos nuestro propósito, sólo tratamos de sobrevivir. Quizás es el miedo a no atrevernos a jugar el que nos lleva a criticar y demonizar los comportamientos ajenos, para así, ser un poco mejores. Son ilusiones.

No intentes ser ni mejor ni peor: Juega y construye por el hecho de crear. Juguemos juntos y hagamos un gran muro de arena, amigos. Estoy seguro que la marea no podrá derrumbarlo...

Suenan mientras escribo: Rhayader - Rhayader goes to town - Sanctuary - Fritha - The snow goose - Friendship (todos ellos del supergrupo* Camel)

*Lo de supergrupo no es solo por lo buenos que son, si no porque esta banda esta formada por componentes punteros de diferentes formaciones. Por cierto, te recomiendo The Snow Goose (Camel) lo vas a flipar.

4 comentarios:

pablo dijo...

Totalmente de acuerdo.
Por un gran muro de arena (con buen sistema de drenaje)!

Anónimo dijo...

El truco tal vez está en ser capaz de soltar esa carga que vamos acumulando, ese lastre de recuerdos, pensamientos... que solo consiguen apartarnos del momento presente y de las posibilidades de evolucionar que tenemos ante nosotros.
Creo que te puede interesar un libro que me ha marcado últimamente, se llama "El poder del ahora".
Mañana vuelve muchachada, atiende!

Espíritu dijo...

Claro, de pequeño no tienes ese lastre porque hay pocos recuerdos. No se trataría de volver a ser niño si no vivir ahora con esa actitud, sin miedo. Los de Muchachada se tienen muy bien aprendida la lección...¡Y viven de eso!

Gracias por la recomendación. He entrado en su ficha de la casa del libro y los diez comentarios lo ponen de cinco estrellas.

Anónimo dijo...

Éste es de los que más me ha gustado... me das que pensar.