Esto iba a ser una respuesta corta a un comentario que dejo
Ratubeji en
El cisne negro. La redacción se alarga, se alarga y al final, como temía, se convierte en
post. Siento decepcionar a
MAYA y a mi mismo pero sencillamente me apetece jugar (¿Qué más da si es solo una película?), entrar al trapo aunque sé que en estos casos ninguno de los dos seremos convencidos por el otro. Jugar es perder automáticamente los dos. La cadena de contraargumentaciones podría ser infinita. Es solo afinar y echarle imaginación. Que uno de los dos lo haga mejor no significa que tenga razón solo que afinó más.
Respondemos a
ratu, ese querido
cabronazo tocapelotas que, aunque lo niegue, sé que ha leído mi crítica (¡
mamona!)...
Para empezar es evidente que al final todo se reduce a me gusta la película, no me gusta la película. A mi me gustó mucho, a ti menos (porque mala reconoces que no es). Luego se elabora la crítica, nos justificamos. Curiosamente esta división existe en todas las críticas que he leído sobre la película, unas la ponen por las nubes y otras la ponen de normalita. La media total es de notable alto.
Yo la película la he visto, no lo olvides. No me la invento en mi imaginación. Yo cuento lo que vi en
El cisne negro. Una interpretación no es más que eso, lo que uno ve. Los ojos no son nada sin cerebro. Todos, en mayor medida evaluamos o analizamos las películas, unos técnicamente, otros en función a cánones establecidos, otros seducidos por las modernidades, otros por un sencillo me gusta o no me gusta, otros una mezcla, etc... Es respetable cualquier punto de vista, nadie está equivocado.
Si evito hacer referencias explícitas a la historia es para no caer en
spoilers pero hablo de la película prácticamente en toda la crítica salvo en alguna frase concreta. La metáfora de la que hablo, que se trata de una fábulación sin animales (¿o con ellos?) o el arquetipo psicológico de la bailarina no son cosas subjetivas, están ahí y se pueden demostrar. De hecho es un perfil que no es la primera vez que aparece en el cine, una maniática obsesiva-compulsiva extremadamente perfeccionista reprimida por su madre y por un mundo competitivo. Es muy típico. No soy el único que tiene ese punto de vista, no invento nada. Solo cuento lo que veo. De hecho para mi es evidente sin ningún esfuerzo. En el ejemplo, es como decir que
Kafka, en
La metamorfosis, solo cuenta la historia de una persona que se convierte en bicho o
El principito solo es un niño diciendo cosas de niños. Sabemos que es mucho más que lo que objetivamente cuenta la historia y eso es comprobable. En
El cisne negro pasa algo parecido. No me parece difícil darse cuenta.
En cuánto a los sentimientos en el cine, no entiendo el problema. ¿Qué tienen de malo los sentimientos, agradables o desagradables, que genera una película? ¿Debe ésta ser fría? Se puede saber, en líneas generales, que una película emociona, causa dolor, miedo, etc... o muchas otras cosas más.
Solas por ejemplo emociona,
American History X nos remueve la conciencia,
Los otros nos asustó y nos mantuvo pegados al sillón,
La vida es bella nos hace sentir el significado de su título,... El cine es a veces poesía hecha imágenes, debería ser valiente y arriesgado. Citando a tu querido
Orson Welles:
Es imposible hacer una buena película sin una cámara que sea el ojo en el corazón de un poeta.
De todas formas, como digo, los sentimientos de los que hablo no me los genera solo a mi. La película puede no gustar porque tienen momentos incómodos, desagradables o tensos. Es evidente que eso está ahí pero esos deberían ser sentimientos válidos en cine, cualquiera podría serlo. Si añado algún sentimiento propio saliéndome de la película es solo de forma puntual (y así lo expreso, fíjate) pero ya sabéis que ese es mi estilo. Otra cosa es que nos agarremos solo a esos momentos para intentar tirar toda la torre. No sería justo. No, yo hablo de la película, a mi manera eso sí.