Sí, sí du barrio. Ésto ocurrió el sábado en la mañana y me recordó a una costumbre que tenía mi madre. Tras desayunar nuestras tostaditas en casa Orozco (el lugar del bollito y las viejitas) fuimos a la frutería de la acera de en frente. Allí despacha un matrimonio joven y nos atendió él. Mientras ella atendía a una señora mayor. Decidimos lo que nos apetecía a cada uno y M le pidió nuestra fruta. Entonces yo me fijé en la conversación que la dependienta mantenía con la otra clienta, bromeaban. La señora pidió varias cosas, que si un kilo de manzanas, que si los tomates,... La dependienta va despachando todas las peticiones de la señora y al final:
¿Qué ma? -pregunta la dependienta.
Sopla -responde la señora.
Sin palabras. Todo un clásico du barrio.
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